Sant Joan de Déu apuesta por el seguimiento de enfermeras a niños con tuberculosis
Las actuaciones de las profesionales sanitarias basadas en educación para la salud y el seguimiento logran aumentar un 13% la adherencia al tratamiento contra la enfermedad
Las actuaciones de enfermeras basadas en educación para la salud y el seguimiento logran aumentar un 13% la adherencia al tratamiento contra la tuberculosis de niños enfermos, infectados o en contacto de riesgo, según un estudio de una investigadora catalana en el Hospital Sant Joan de Déu, en Esplugues de Llobregat.
Se trata de una cifra "muy significativa" porque los niños, al infectarse, desarrollan la enfermedad más rápidamente y de forma más grave que los adultos, ha explicado la autora, Eva Maria Guix, miembro del grupo de Investigación de Tuberculosis del hospital y profesora de la Universitat de Barcelona (UB), este martes en un comunicado del Colegio de Enfermeras de Barcelona (COIB), que ha financiado el estudio.
Por eso, las consultas de enfermería del Sant Joan de Déu han integrado las herramientas propuestas y testeadas por el estudio --publicado en 'Journal of Advanced Nursing' y 'The Pediatric Infectious Disease Journal'--, y se ha editado un tríptico de refuerzo en 11 idiomas --catalán, castellano, inglés, francés, alemán, árabe, urdu, rumano, chino, ruso e italiano--, ya que la barrera idiomática también es un obstáculo.
Asimismo han incorporado en el seguimiento el Test Eidus-Hamilton, un reactivo que cambia de color con la orina si se ha tomado el fármaco en las 24 horas anteriores, y que se hace en un contexto de humanización de los cuidados de enfermería, aplicando un componente de juego para los niños.
EL ESTUDIO
El estudio ha evaluado a 359 niños con diferente perfil sociodemográfico, con el 75% nacidos en el Estado y de origen local o migrante, y el 25% nacido en el extranjero.
Los niños y las familias atendidos por esta enfermedad abandonan a veces el tratamiento antituberculoso, principalmente las de origen migrante, ya sea por la barrera idiomática o por cuestiones culturales, al tratarse de personas originarias de países en los que la enfermedad tiene una incidencia muy alta y no se percibe como una situación tan grave, como por ejemplo en India, Indonesia, China, Nigeria, Pakistán y Sudáfrica.
"Si no conseguimos que esta pequeña población de riesgo siga el tratamiento, puede llegar a ser un problema de salud pública importante" porque esta enfermedad infecciosa es muy contagiosa y se transmite por vía aérea, ha advertido Guix.
En Catalunya, la enfermedad tiene una incidencia de 14,4 casos por 100.000 habitantes y 7,3 casos en tuberculosis pediátrica, unos datos que son los más altos de España y de la UE, y se concentran especialmente en la Región Sanitaria de Barcelona (68%) y en la capital catalana (26%).
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