El fracaso de la política se ha consumado este miércoles con la no aprobación de los presupuestos de este 2019 por parte de la derecha y los independentistas, que han ido juntos en la votación. La derecha para cargarse al gobierno de Sánchez y los segundos por el juicio del procés y la negativa del gobierno de no aceptar un referéndum como les pedían para dar el sí. Dos cosas que son imposibles sin saltarse la justicia y la Constitución española. Los de ERC y el PDeCAT han interpuesto intereses particulares por encima de los intereses generales de la ciudadanía y no es la primera vez que esto sucede, lo que es realmente grave, irresponsable e increíble.
¿Qué nos espera ahora? Varias cosas, la primera, menos recursos para las políticas sociales que tanta falta hacen. Que no será posible revertir una serie de leyes que estaban previstas y que a Sánchez no le queda más remedio que convocar elecciones. Quizás lo que quieren los independentistas es "cuanto peor, mejor", se suele decir. Con la derecha hay más argumentos para seguir alimentando la llama de la mentira, el engaño y la irresponsabilidad supina.
El presidente socialista ha agotado, pese a las críticas de propios y extraños, el diálogo con el gobierno de Catalunya para buscar posibles salidas al conflicto al que alguna calificación de político y otros judiciales. Lo que ocurre es que cuando diálogo se interpreta como monólogo e imposición, es imposible alcanzar acuerdos. ¿Hablar de realizar el referéndum, sí o sí, de intervención en la justicia? No quieren diálogo, lo vendan como lo vendan. Ellos saben que eso no es posible, pero siguen con el mismo mantra. Lo que piensen los ciudadanos les importa tres pepinos.
Mientras el no a los presupuestos vuelve a paralizar temas importantes e ilusiones de muchas personas, los sindicatos se han quedado mirando para otro lado. ¿Por qué no se manifiestan y piden responsabilidades a los partidos que han dicho no, los independentistas entre ellos? A esos que hace solo unos días seguían sus consignas de protestar en la calle por los políticos presos cuando se iniciaba el primer día del juicio ¿Dónde están ahora? Hay muchas cosas en juego como para no protestar ¿No va con ellos la defensa de los trabajadores, las prestaciones sociales? Solo han abierto la boca los empresarios, que han manifestado su preocupación por la no aprobación de los presupuestos, y las consecuencias de los mismos ¿El mundo al revés? Los sindicatos de clase ¿qué clase? Los que siguen las consignas de los partidos, los que aceptan la Creu de Sant Jordi, los que visitan a los presos, los que reciben subvenciones millonarias han perdido el norte sindical, qué pena.
No hay políticos de talla. La derecha siempre pacta, la izquierda se rompe, los independentistas van a la suya y les gustan las derechas para tener escusas. Solo los del PNV han sabido estar a la altura, saben lo que es la política, las negociaciones y los réditos alcanzados. Los demás podrían irse a sus casas para recapacitar sobre lo mal que lo han hecho. Se han cargado la política. Lo malo del tema es que los pocos políticos con experiencia de los independentistas catalanes, los que estaban por apoyar los presupuestos, no volverán a repetir, y los que vengan serán muy malos.
Pedro Sánchez hace bien en convocar elecciones, aunque haya tardado un tiempo en darse cuenta de que hay gente en la que no se puede confiar.
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