Más de 80 personas murieron en su puesto de trabajo en 2018

El sindicato UGT ha presentado este 15 de abril el informe 'Siniestralidad laboral en Catalunya 2017-2018' que concluye que durante el año 2018 82 trabajadores perdieron la vida en su puesto, según ha informado el sindicato en un comunicado este lunes.

De las víctimas totales, 22 fueron por accidentes mortales 'in itinere' o de trayecto al trabajo y 60 por accidentes en su puesto de trabajo, la cifra de estos últimos ha aumentado un 11,11% con respecto a 2017, cuando murieron 54 personas.

Por sectores, el de servicios fue donde más muertos hubo con un total de 35; seguido por el sector de la construcción, con diez; en el sector de la industria hubo nueve, y seis en agricultura, y las causas más frecuentes de muerte fueron infartos y derrames cerebrales.

Además, el informe destaca que, según los datos del Observatorio de Trabajo y Modelo Productivo de la Generalitat, se produjeron 242.083 accidentes de trabajo, lo que supone un 1,66% más que en el 2017, un aumento que el sindicato atribuye al deterioro del sistema preventivo en las empresas como consecuencia de la crisis económica y las reformas laborales.

Los sectores con más accidentalidad laboral fueron el de servicios, con un 64,72% del total de los accidentes; industria, con un 22,28%; el de construcción, con un 11%, y el de agricultura, con un 2%.

El informe también enfatiza en la siniestralidad por género y concluye que aumentó el número de mujeres que sufrieron accidentes laborales con baja en un 1,25% con respecto al año 2017, además recalca un especial repunte entre las trabajadoras con contrato eventual.

Como conclusión al informe, UGT manifiesta una serie de recomendaciones para reducir la accidentalidad y mortalidad laboral, entre ellas se encuentra la derogación de la reforma laboral y la creación de un plan de choque contra la siniestralidad laboral.

Otra de las medidas propuestas es el refuerzo de la inspección de trabajo, ya que según el sindicato en España hay un inspector de trabajo por cada 15.000 trabajadores, mientras que la media europea es de un inspector por cada 7.300 trabajadores.