Los retos de L'Hospitalet ante las elecciones generales
En la segunda ciudad de Catalunya, donde desde hace 40 años gana el PSC, se presentan hasta 17 partidos para luchar contra los problemas de la urbe.
L'Hospitalet de Llobregat es otro de esos municipios donde no se conoce un gobierno municipal que no sea socialista. Desde 1979 gobierna el PSC y en estos 40 años sólo han habido tres alcaldes. Celestino Corbacho, ahora en las listas de Manuel Valls por Barcelona, ha sido el que más ha permanecido en la alcaldía (14 años), pero si Núria Marín volviera a ganar las elecciones municipales podría superarlo.
Pero ahora, el PSC tiene aún más competencia. Y es que este año se presentan un total de 17 candidaturas a la alcaldía, seis más que en 2015. Marín repite en el PSC, como lo hacen también Miquel García (Ciudadanos), Jordi Monrós (PDeCAT) y Antoni Garcia (ERC).
Ana González, que en las pasadas elecciones se presentaba por CanviemLH, también repite, pero esta vez se presenta bajo las siglas de L'Hospitalet En Comú, porque la coalición de 2015 se ha disuelto. Iniciativa se ha desentendido, dice, por imposiciones del nuevo partido. Asimismo los ecologista de la ciudad se presentaran bajo las siglas de Ganemos, cuyo candidato es Juan Carlos Abajo. Y uno de los antiguos candidatos de Guanyem, Rafa Jiménez, también se presenta ahora encabezando la lista de Izquierda En Positivo.
Pero la izquierda no es la única que se divide, si Monrós repite en Junts x Catalunya, tendrá enfrente a Convergents con Josep Antoni Moreno a la cabeza y la lista de Primàries L'Hospitalet que tenían que ir junto a la lista de Monrós pero que han decidido ir por libre por discrepancias. El candidato de este último partido es Carles Salvadó.
Aún dentro del bloque independentista hay separaciones. La CUP presenta una lista con tres mujeres al frente y liderada por Ari Velando, y ex miembros del grupo antisistema se han pasado a la lista de Alternativa d'Esquerres, encabezada por Enma Núñez.
Tras una legislatura polémica el PP también renueva cabeza de lista y también se dividen sus miembros. Sonia Esplugas lidera finalmente la lista de los populares, y un ex compañero suyo de estos últimos cuatro años, Pedro Alonso, encabeza el partido Força Ciutadana. Pero no es el único miembro del partido azul que se presenta ya que el histórico popular Juan Carlos del Río se presenta como líder de Coalición por L'Hospitalet.
El ex vicepresidente de Plataforma x Catalunya, Pablo Barranco, quiere entrar en el gobierno de L'Hospitalet, ahora bajo las siglas de VOX.
Por último, Democracia Efectiva presenta candidatura encabezada por Carmen Gotera, y Martha Elena Merello lidera la apuesta de Proponemos por la Minoría.
RETOS
Pese a todo este baile de nombres y siglas, todos ellos tendrán que hacer frente a los retos que supone gobernar la segunda ciudad de Catalunya, que sigue creciendo y, como consecuencia, presentando nuevos problemas a los que enfrentarse.
En el último año de gobierno socialista, la oposición ha acusado a Núria Marín de ir recogiendo los proyectos descartados por la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, para la capital catalana, y de crecer sin un proyecto propio y con personalidad. Los hoteles han aterrizado en la ciudad, ampliando la oferta para turistas, pero eso ha venido acompañado, de una crecida de precios de la vivienda que sitúa a L'Hospitalet en una de las ciudades de toda España donde más ha cuesta adquirir una vivienda.
Esto parece afectar también a la conservación del patrimonio histórico de la ciudad que, para muchos, está siendo abandonado por preocuparse por macroproyectos del estilo del Cirque du Soleil o el PDU Gran Vía.
Otro de los compromisos que heredará el gobierno que salga de las elecciones del 26 de mayo será supervisar el soterramiento de las vías de la ciudad, que el Estado se ha comprometido a realizar pero que muchos temen en que se quede en una mera promesa. Pero también la renovación de la estación de Bellvitge, donde además hay constantes problemas.
La oposición quiere también a acabar con el amiguismo que, dicen, hay en el ayuntamiento debido a los 40 años de gobierno socialista y que ya ha puesto bajo sospecha más de 100 contratos licitados por la vía rápida en los últimos cuatro años.
La Iglesia Evangelista también exige un mejor trato ya que se sienten aparatados de la ciudad por culpa de la mala regulación de los establecimientos de templos de culto, por el que los creyentes de esta religión y de otras se sienten discriminados.
También están las promesas incumplidas de la Generalitat en materias de Salud, la ciudad está exigiendo desde hace tiempo nuevos centros de atención primaria (CAP) y una remodelación del Hospital General que parece no llegar nunca. Y en materia de Educación, L'Hospitalet reclama no sólo las mejoras de algunas escuelas e institutos sino también la construcción de nuevos centros.
Todo ello, sumado a la seguridad, al paro, a los problemas por el nuevo sistema de bicis compartidas, la ampliación de la Fira de Barcelona y tantos otros, se tendrán que poner sobre la mesa en campaña y mucho después será objeto de debate de la nueva composición que quede en el ayuntamiento de L'Hospitalet que puede estar mucho más fragmentado.
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