Schwarzenegger y el Mago Pop se alían para promocionar el fitness y el culturismo
Schwarzenegger asiste este fin de semana en Barcelona a la VII edición del Fighters Xperience.
Cuando nos llegó la convocatoria en la que se decía que Antonio Díaz, el Mago Pop, ejercería de anfitrión en el Teatro Victoria del famoso Arnold Schwarzenegger y se anunció que haría con él algún juego de ilusionismo, nos temimos lo peor: que le encerraría en uno de esos cajones que usan los magos y lo haría desaparecer. Pero no fue así: el exgobernador de California, que a sus 72 años tiene todavía un tremendo corpachón, no debía caber en los aparatos estándar de los profesionales de la magia.
Lo compensó haciendo aparecer, desaparecer y bailar en el aire el anillo de una de las periodistas invitadas, ejecutando un juego de magia de proximidad con naipes y dedicando al deportista-actor-político una de las butacas de la platea del teatro.
El estreno del Mago Pop en el Victoria, local que adquirió esta primavera a la sociedad Tresxtres y aparece renovado y con la cara lavada, tenía, sin embargo, una finalidad deportiva, como era presentar la VII edición del Arnold Fighters Fighters Xperience que se desarrolla este fin de semana en Barcelona, concretamente en el recinto ferial de L'Hospitalet.
Según el presidente de su comité organizador, Rafael Santonja, se disputarán pruebas en 28 especialidades deportivas (desde bodybuilding a capoeira, pasando por halterofilia, esgrima, patinaje freestyle, salto de comba e incluso bodypainting y muchas otras) con la participación de alrededor de 1.700 deportistas de 80 países, la mitad de ellos mujeres y otros tantos hombres.
Hubo turno de preguntas breve, porque a Schwarzenegger lo trajeron y llevaron tan protegido que más parecía el presidente de los Estados Unidos que el abuelo con 72 años que dijo que tenía (informó que su amigo Stallone era un año más viejo que él), pero tuvo ocasión, a instancias del mago Pop, de declarar su admiración por Gaudí y, en general, por Barcelona, su arquitectura, paisajes, clima y gentes.
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