Olesa por fin pone fecha a la apertura de la piscina municipal cubierta
Los trabajos hasta ahora han contemplado el derribo de los módulos antiguos de vestuarios y sala de máquinas, para construir un nuevo edificio que acoge los vestuarios.
La piscina municipal cubierta de Olesa de Montserrat abre puertas la semana del Puente de la Purísima, a primeros del mes de diciembre, que es cuando finaliza el contrato con la empresa Indros Linyola SA, encargada de los últimos trabajos que se están haciendo a el equipamiento para hacerlo totalmente operativo. Un momento que se pensaba que nunca llegaría después de tantos problemas y retrasos que han sufrido las obras de mejora.
Este tramo final de la obra que queda hasta diciembre se centra principalmente en los trabajos de instalaciones que deben permitir poner en funcionamiento la nueva maquinaria de clima, indispensable para abrir la piscina cubierta. El pasado mes de mayo se dio por finalizado el grueso de las obras de esta primera fase de remodelación de la piscina cubierta municipal.
Los trabajos hasta ahora han contemplado el derribo de los módulos antiguos de vestuarios y sala de máquinas, para construir un nuevo edificio que acoge los vestuarios para la piscina de invierno y de verano, y la sala de máquinas, con espacio para levantar una nueva planta para una futura sala de fitness. También se ha renovado completamente el acceso a las dos piscinas municipales, la cubierta y la de verano. El importe total de esta primera fase de reforma y mejora del complejo deportivo de las Planes ha sido de algo más de un millón de euros.
En 2008, un estudio calificaba la piscina cubierta, inaugurada en 1983, como un equipamiento antiguo y obsoleto, y proponía la construcción de un nuevo equipamiento por valor de 5.826.000 EUROS. En 2015 se plantea una ampliación del edificio, para añadir nuevos vestuarios de verano y también vestuarios de grupo para los cursillos de la piscina de invierno. El coste de la inversión ascendía a casi 400.000 euros, pero dejaba sin resolver el resto de déficits del equipamiento y condicionaba mucho su crecimiento futuro. Por esta razón, finalmente el consistorio optó por un proyecto que permitiera llegar a la renovación total del conjunto, e hiciera posible su construcción por fases, que se adaptaran al ritmo y la capacidad real de inversión del municipio.
La primera fase realizar comprendía el derribo del edificio de vestuarios existente y la construcción de un nuevo edificio más grande, con capacidad para soportar una segunda planta destinada a fitness. El proyecto de reforma y ampliación del edificio de la piscina cubierta se empezó a pujar por primera vez en julio de 2016, y desde entonces, ha pasado por diferentes obstáculos que han dificultado su consecución.
UN PROYECTO LLENO DE PROBLEMAS
Inicialmente el proyecto de reforma (que incluía la redacción del proyecto y la obra) fue adjudicada a la empresa Cardoner, que a pesar de haber presentado una oferta que se ajustaba a los requisitos del Ayuntamiento, decidió renunciar a la obra. Ante la situación, se propone adjudicar la obra a la empresa que había quedado en segundo lugar en el concurso público, la empresa Artífice, que también renuncia por no disponer en esos momentos de suficiente personal para asumir el proyecto. Finalmente, en marzo de 2017, la obra se adjudica a la empresa que había quedado en tercer lugar en el concurso, DIPC.
Fue en mayo del 2017 cuando se presenta el proyecto básico de reforma y ampliación del edificio de la piscina cubierta, una proyecto que, por su coste, se plantea en tres fases, con un coste total de algo más de 1,7 millones de euros, de los que 498.000 euros se calculan para la primera fase. El proyecto constructivo definitivo amplía el alcance de esta primera fase, y sube la cifra de inversión hasta 858.000 euros, por lo que Ayuntamiento y DIPC acuerdan de mutuo acuerdo resolver el contrato en diciembre de 2017, a fin de poder volver a licitar la obra.
Inmediatamente se inicia el procedimiento para un nuevo concurso abierto para la primera fase de remodelación de la piscina, que en abril de 2018 se adjudica a la empresa CJR S.L. por valor de 815.000 euros.
El mes de mayo comienzan las obras. Después de los requerimientos y advertencias realizadas por la dirección de obras a la empresa adjudicataria, los Servicios Técnicos Municipales constatan que ésta estaba incumpliendo gravemente el contrato. Ante estos incumplimientos por parte de la constructora, el mes de agosto del Ayuntamiento de Olesa se ve obligado a iniciar los trámites para rescindir el contrato.
A raíz la rescisión del contrato, el Ayuntamiento contacta con la constructora que había quedado segunda en el concurso, Contratas Vilor, para encargarle terminar la obra, de la que CJR había hecho la parte de los escombros y desmontaje de instalaciones reaprovechables . Finalmente, el contrato con Vilor se firma el mes de octubre de 2018, por un valor de 765.000 €, y se fija un plazo de ejecución de 26,4 semanas.
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