“El virus no distingue de territorios, ni de ideologías ni de colores políticos”, decía el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, al explicar el Real Decreto aprobado en el consejo de ministros extraordinario que se celebró este pasado sábado y por el cual, el gobierno tomaba el mando y lideraba la gestión de la crisis por la pandemia de coronavirus, poniendo para ello toda una serie de medidas drásticas que ya toda la ciudadanía conoce.
La mayoría de presidentes de comunidades autónomas han entendido la gravedad del asunto y han cerrado filas entorno a Sánchez, lo mismo que la mayoría de los partidos políticos y significativo es el silencio de otros. El presidente de la Generalitat de Catalunya, Quim Torra, y el lendakari del País Vasco, Iñigo Urkullu han protestado porque les quitan competencias. Como si el coronavirus entendiera de competencias, territorios, lenguas, como se está demostrando.Una situación como la que se está viviendo en España, la unidad es impreescindible, es necesario el esfuerzo de todos, sin distinciones ideológicas. Es la hora de arrimar el hombro. No es momento para reivindicar competencias, es el momento de soluciones médicas y de evitar más contagios. Esto no es un juego de vanidades y "machitos" que sacan pecho. Si hay una ocasión donde la unanimidad tiene que producirse es ahora. Mañana ya habrá tiempo para hablar de otros temas, la prioridad es atajar el coronavirus, lo demás es secundario.
Decía George Washington Carver que “Donde no hay visión, no hay esperanza”, eso les sucede a unos cuantos y así les va a los ciudadanos a los que dicen defender.
Para rematar su jugada, Torra no ha querido firmar el documento conjunto de unidad de acción frente al coronavirus que ha sido refrendado por los 16 presidentes autónomas más las ciudades de Ceuta y Melilla. Todo un ejemplo de solidaridad de un presidente irresponsable que antepone los intereses políticos por encima de la salud de todos los catalanes y españoles. "Uno a uno, todos somos mortales. Juntos, somos eterno", afirmaba Apuleyo, el escritor romano más conocido del siglo II.
Los dirigentes políticos tienen mucho que aprender de los sanitarios españoles que están dando ejemplo de profesionalidad, entrega y solidaridad con la ciudadanía, trabajando codo con codo con sus compañeros de otras partes de España. Son un ejemplo que nadie va a olvidar. Trabajan sin descanso, sin importarles los que a ellos les pueda suceder al estar directamente en contacto con personas infectadas, sin renunciar a enfrentarse de frente con la pandemia. El trabajo de los profesionales sanitarios es vocacional, solo así se entiende esa dedicación y esfuerzo que están realizando día a día.
La actitud del presidente Torra es de una irresponsabilidad supina, habría que recordarle que, en Bélgica, país de referencia del independentismo, donde se encuentran los huidos, que también están sufriendo la pandemia de este siglo XXI, su gobierno central ha quitado las competencias sanitarias a Valonia y Flandes y esta última no ha dicho absolutamente nada, lo mismo que Quim Torra….
Una cosa queda clara, los catalanes no son insolidarios, como su presidente, más bien todo lo contrario, lo que sucede es que una parte de los independentistas siempre han jugado sucio y han vinculado Catalunya a su ideología, craso error: ni Catalunya es suya, ni los catalanes son insolidarios en tiempo de crisis. El presidente Torra, debe dimitir de una vez, tras su última hazaña xénofoba que deja en mal lugar al país que dice amar y defender.
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