Arrancan las obras de la C-245 para convertirla en un espacio urbano y metropolitano
La remodelación, liderada por el AMB, integrará un carril bus reservado que aumentará la velocidad comercial un 25%
El Área Metropolitana de Barcelona (AMB), los municipios implicados y la Generalitat han iniciado las obras para pacificar 13 kilómetros de la antigua carretera comarcal C-245, un eje vial de alta intensidad que une los municipios de Cornellà de Llobregat, Sant Boi de Llobregat, Viladecans, Gavà y Castelldefels y que se reconvertirá en un espacio urbano y metropolitano.
Se trata de un proyecto que apostará por la movilidad sostenible y dará prioridad al transporte público, a la bicicleta y al peatón, ya que integrará un carril bus reservado que comunicará Cornellà de Llobregat y Castelldefels a través de una nueva línea de Bus Metropolitano, la Metrobús 8 (M8), que contará con buses eléctricos articulados con carga por pantógrafo, que se instalarán en los extremos de la línea.
El jefe del Servicio de Proyectos y obras de Movilidad Sostenible del AMB, Xavier Noguès, calcula que este carril bus permitirá aumentar la velocidad comercial hasta un 25% en los tramos urbanos y recortar 15 minutos el tiempo de trayecto gracias a un sistema de paradas centralizadas en la principales plazas del eje y a la prioridad semafórica en las mismas.
Las rotondas de gran diámetro que se encuentran en esta vía se convertirán en "puntos singulares" de este nuevo eje urbano y de la futura línea de autobús rápido, y se crearán un total tres grandes plazas: la plaza Colom (Castelldefels), plaza Tanatori (Viladecans) y plaza Parellada (Sant Boi), lo que aportará "una mejora sustancial del espacio público".
BICIS Y PEATONES
Además, esta remodelación integrará parte del eje Bicivia 7, con una vía ciclable continua y segregada entre Cornellà y Castelldefels, y que conectará con otros ejes para bicicletas de la red Bicivia metropolitana: "Se han proyectado carriles anchos y seguros para los ciclistas y para los peatones, totalmente segregados y visibles".
La apuesta por la movilidad sostenible también llegará al peatón, que contará con un mayor número de pasos de cebra, más iluminación con nuevas farolas con luz LED, así como mejoras en el pavimento de aceras y ampliación de las mismas; lo que se suma a un incremento del verde urbano, con más árboles y parterres.
MEJORA DEL ESPACIO PÚBLICO
"Se trata de un gran proyecto metropolitano que afecta a un área en la que viven 350.000 personas, y que integra mejoras en el espacio público, la movilidad, la sostenibilidad y la innovación", ha expresado Noguès, que ha también ha enmarcado la transformación de la C-245 en la pandemia de la Covid-19.
Ha defendido que para el AMB es "más necesario que nunca" apostar por políticas que ayuden a la cohesión social y territorial de la metrópolis; fomenten el uso del transporte público y los desplazamientos a pie y en bicicleta; trabajen en la mejora de espacios verdes, así como favorecer la inversión económica para hacer frente a los efectos de la Covid-19 sobre las empresas y el empleo.
DOS AÑOS DE OBRAS
La Conselleria de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat ejecutará las obras --que se prevé que duren dos años-- en coordinación con los ayuntamientos y el AMB, y, además, el Govern ya ha firmado los convenios con los ayuntamientos implicados, que fijan las condiciones de cesión de la titularidad de la nueva infraestructura a los consistorios.
El precio del proyecto es de 35 millones de euros, a los que se suman cuatro más de expropiaciones, y cuyos costes asumirá el mundo local --liderado por el AMB--, mientras que la Generalitat aportará diez millones: "El coste para el mundo local estará financiado inicialmente por el AMB por un período máximo de hasta diez años", ha detallado Noguès.
PROGRAMAS DE INVERSIÓN
A pesar de que el proyecto de la C-245 no pertenece al plan de inversiones del AMB, para el coordinador de Innovación e Infraestructuras del AMB, Martín Gullón, se trata de un claro ejemplo del estilo de políticas metropolitanas que "se pueden y deben impulsar", y que tienen como objetivo último la reactivación de la economía, la movilidad sostenible y la transición energética, entre otros.
El Plan metropolitano de inversiones 2020-2023 para los municipios del AMB, dotado con 361,15 millones de euros, se destinará a financiar proyectos en espacios naturales y públicos, infraestructuras y equipamientos, que se articulan en el programa de cohesión territorial (PACTE), mejora urbana y social (PAMUS) y el de proyectos y asistencia técnica a los ayuntamientos y mejora del paisaje natural y urbano (PSG).
Gullón ha añadido que, a raíz de la crisis de la Covid-19, el AMB ha aprobado un nuevo programa de inversión dotado con 110 millones para acelerar la recuperación económica y crear empleos en la metrópolis: el Plan de sostenibilidad ambiental para los municipios (PSA 2020-2023).
INVERSIONES PARA MUNICIPIOS
El PSA es un programa de inversiones para los municipios del AMB alineado con los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) de las Naciones Unidas que quiere impulsar proyectos de movilidad urbana sostenible; adaptarla a los nuevos requerimientos surgidos a raíz de la Covid-19, y promover la transición ecológica y energética mediante inversiones en la gestión de recursos y residuos municipales, entre otros.
Por ejemplo, para potenciar una movilidad más sostenible y segura, de carácter individual, el PSA prevé dotar económicamente la creación de carriles bici y la Bicivia, la creación de nuevos aparcamientos de bicicletas de gran capacidad (Bicibox) y la ampliación de los servicios de bicicleta pública compartida, entre otros aspectos.
En el ámbito del espacio público, la inversión se podrá destinar a transformaciones urbanas que prioricen el espacio destinado a los peatones, mientras que en el ámbito de la ecología, se podrán instalar cubiertas solares, pérgolas fotovoltaicas para autoconsumo y disponer de energía limpia de proximidad, así como rehabilitar equipamientos para mejorar su eficiencia energética y reducir consumos.
La asignación de los fondos destinados a la ejecución del PSA, con una inversión determinada para cada municipio metropolitano, se caracteriza porque quiere ser proporcional y, al mismo tiempo, tender a compensar las desigualdades que hay entre los municipios metropolitanos.
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