¿Realmente sirve de algo tener un día dedicado a la mujer?

El día internacional de la mujer, tuvo su primera celebración en Europa el año 1911.  Hoy, después de más de cien años, podemos mirar atrás como sociedad y ver una considerable evolución. Y sí, no hay duda de que hemos logrado muchísimos avances en esta eterna lucha de valores e igualdad. Pero ¿son los suficientes?

Aún estamos en proceso de poder lograr este equilibrio de oportunidades entre hombres y mujeres. Ya que es evidente que vivimos en una desigualdad permanente en cualquier entorno ya sea laboral, social o familiar.

Hoy, 8 de marzo de 2121, no es un día feminista. Es un día para reflexionar y ver donde nos posicionamos cada uno de nosotros en torno a estas diferencias que nunca debieron existir. Y yo me pregunto: ¿Realmente sirve de algo tener un día dedicado a la mujer?

En mi opinión, es un día del año, que no se trata de recordarnos lo maravillosas que somos. Consiste en hacerlo visible el resto de los días, meses y décadas que están por venir. Porque merecemos poder tomar las mismas decisiones, obtener reconocimiento, visibilidad y que nuestras voces sean igual de consideradas independientemente de nuestro género.

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Estamos atravesando una situación delicada, donde todo está cambiando a velocidades sorprendentes. Por eso, debemos aprovechar esta transición para asumir los derechos que nos merecemos, no como mujeres sino como personas humanas. Debemos acabar con el patriarcado que nos ha dominado todos estos años y dirigirnos hacia una sociedad libre e igualitaria. Llegó el momento de erradicar para siempre la violencia de género, la distinción salarial, el posicionamiento distintivo en altos cargos de poder, así como todos aquellos detalles que impregnan nuestras acciones, rutinas y maneras de relacionarnos en nuestros días. Es el momento de desafiar al sistema y poder expresar con completa libertad el potencial que nos hace ser singulares.