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“Estamos pasando tanta hambre que nos hemos comido el miedo”. Esta es una frase muy ilustradora, dicha por un cubano que ha tomado parte en algunas de las manifestaciones que estos días se están realizando en distintas ciudades del país caribeño. Donde a la grave crisis económica -falta de alimentos, apagones -se ha añadido la sanitaria, ya de por si deficitaria, que se ha visto agravada por la pandemia Covid. Este cúmulo de necesidades ha hecho explotar a una buena parte de la ciudadanía que ha salido a las calles, sin miedo, pese a la represión del régimen que lleva más de 60 años dirigiendo, mejor dicho, controlando con mano dura el país.
Las calles se han llenado de gentes que reclamaban vacunas, medicinas, y alimentos. Lo hacían pese a la contundencia de las fuerzas policiales, las detenciones indiscriminadas, las amenazas y los golpes recibidos. Donde mayores y especialmente jóvenes, que han conocido -no hace tanto tiempo- las nuevas tecnologías, las redes sociales que les han permitido a acceder a otro mundo muy diferente al suyo. Pese a que el gobierno había cortado el servicio de internet en los móviles para hacer fracasar los llamamientos , estas han seguido realizándose, con el agravante que el gobierno autoritario incitaba a sus seguidores a salir también a las calles para enfrentarse a los manifestantes “díscolos”. Un hecho de una gravedad extrema, si tenemos en cuenta que los dirigentes del país incitaban al enfrentamiento entre hermanos, un hecho realmente incomprensible para los demócratas.
La situación sanitaria en Cuba es alarmante. Este jueves, las autoridades sanitarias informaban de 3.819 nuevos casos de coronavirus, una cifra que se convierte en la más alta registrada en un solo día, y con 26 pacientes fallecidos en las últimas 24 horas. En la actualidad hay 21.097 pacientes ingresados, de los cuales 173 se encuentran en unidades de cuidados-32 críticos y 101 graves Son cifras oficiales, otras fuentes hablan de un número muy superior.
Ante la gravedad de los hechos, el hasta hace poco tiempo presidente de Cuba- por designación de su hermano Fidel- Raúl Castro aparecía en público para contrarestar la presencia y el éxito de las distintas manifestaciones: hay que recordar que Raúl Castro se “jubilaba” de la presidencia del país- del partido dejaba la secretaria general en abril del 2021- hace casi tres años, a los 87 años. Eso sí, sigue manteniendo los hilos del país, al dejar al frente del mismo y del partido a su delfín, Miguel Díaz-Canel, en un intento de dar una imagen de modernidad y cambios que se han realizado con cuentas gotas, y el bote estaba casi vacío.
La revolución en Cuba vino de la Mano de Fidel, El Che Guevara y algunos compañeros más que fueron “cayendo” a lo largo de los años del gobierno de la familia Castro. La revolución pretendía ser la aniquilación de la dictadura de Bautista, pero al final, la revolución se ha convertidoen la implantación de otra dictadura. Ninguna de las dos tiene justificación para los cubanos que han vivido en carne propia los efectos de ambas dos .
Ahora, cuando parecía impensable una nueva revuelta, por el control que ejerce el régimen sobre el pueblo, las personas se echan a las calles. Solo una buena solución hará posible acallar las voces de este grave conflicto : cambio de régimen, con elecciones libres o cambio de estrategia de este gobierno, una de las dos puede frenar lo que se vislumbra como una lucha entre cubanos de la que nada bueno puede salir.
“Una nación sin elecciones libres es una nación sin voz, sin ojos y sin brazos”, no se equivocaba Octavio Paz cuando hacía esta afirmación. Porque al final, como decía Charles Chaplin, “ Los dictadores son libres sólo ellos. Pero esclavizan al pueblo". No hay que dejar de lado lo que está ocurriendo en Cuba.
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