A pocos días de que se produzca la reunión de la mesa de diálogo gobierno de España, Generalitat de Catalunya, ya se conocen los nombres de los interlocutores del jecutivo español que contará también con el presidente Pedro Sánchez . Mientras Pere Aragonès sigue negociando, con muchos problemas la composición de su equipo negociador por las injerencias de Carles Puigdemont que quiere tener dentro de la misma a gente de su confianza, pero que no forme parte del Govern. Claro que el presidente español ha marcado el nivel de los componentes de la mesa: miembros del gobierno, nada más. ¿Se saltará esta recomendación Aragonès?.
Siete miembros del gobierno de España: el presidente del gobierno, Pedro Sánchez : el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños; la ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez; el ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta; la ministra de Transportes, Raquel Sánchez; la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz; y el ministro de Universidades, Manuel Castell. Cuatro son del PSOE y dos de Unidas Podemos. Cabe resaltar la presencia de tres ministros catalanes: Miquel Iceta, Raquel Sánchez y Manuel Castells, como gesto de referencia y conocimiento del territorio.
La vicepresidenta, Yolanda Díaz, la parte más importante del partido morado que últimamente ha viajado a Barcelona para visitar el espacio natural y privado de La Ricarda acompañada de su amiga y “socia política” Ada Colau. Que las dos consideran que ese territorio está amenazado por la ampliación del aeropuerto. Una postura que choca con la propuesta del ejecutivo del que Diaz es vicepresidenta.
La presencia de Diaz en la mesa despierta recelos en algunos sectores socialistas por la actitud que puede adoptar en determinados temas, que se temen que no sea coincidente con la del resto de sus compañeros de gobierno. Es la táctica utilizada por la más que ambiciosa política. Otros socialistas manifiestan que la vice suele hacer declaraciones diferentes, fuera y dentro, otras que no son coincidentes.
Para algunos, la Diada ha sido utilizada para algunos como arma arrojadiza contra el ejecutivo de Sánchez, pero también como advertencia a los republicanos. La Diada no ha sido lo que sus organizadores deseaban y eso demuestra un hartazgo de los que pensaban que la independencia que les habían prometido estaba a la vuelta de la esquina. Y la realidad está siendo bien distinta porque algunos habían vendido algo que sabían que era imposible de cumplir, a no ser que declararan la guerra al Estado. Pero es que además los socios de gobierno, JXCat, no confían en la mesa de diálogo- a excepción de algunos consellers- y realizarán peticiones que saben que no van a prosperar como se ha podido comprobar en todo este tiempo. La incógnita de la composición de la delegación catalana, que aún no se conoce, va a ser muy importante para interpretar la voluntad real de JXCat y la decisión que al respeto pueda tomar el presidente Aragonès. Está claro que si llevan la consulta y el indulto a los huidos no empiezan bien, por mucho que el diario “oficial” del régimen y líder en subvenciones haya empezado a calentar el ambiente y apoyar una salida, es decir, el indulto a Puigdemont y el resto de los huidos. Es una posición de la que hace ya mucho tiempo que se le ve sus intenciones.
A la vuelta de la esquina está la negociación de los presupuestos del próximo año y tal como está el panorama, puede que se tenga que prorrogar, o contar con el apoyo de los socialistas de Illa, dada las advertencias de no votarlos de la CUP.
Decía Cicerón que “No hay fase en la vida, pública o privada, libre de deberes”. ¿Lo tendrán en cuenta los políticos?. Así que mesa de diálogo, ¿de sordos?, aprobación de presupuestos y ampliación del aeropuerto del Prat, temas que quemarán a más de uno.
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