La reforma laboral resquebraja el bloque de investidura

Aitor Esteban y Gabriel Rufián charlando detrás de Pablo Echenique @ep

Este jueves se aprobará el real decreto de la reforma laboral con la que tantas discusiones ha mantenido el gobierno con los partidos políticos para conseguir sus votos afirmativos. El bloque de investidura, los denominados “socios” prioritarios del gobierno bipartito - ERC, PNV y EH Bildu- hace días y este jueves en sede parlamentaria ratificaron su postura del ‘no’ a la misma, pese al acuerdo al que había llegado el gobierno con los agentes sociales: sindicatos y patronal, que tampoco ha sido un camino de rosas. Más de uno se preguntará que si se han puesto de acuerdo sindicatos y empresarios, cómo es posible que, en un tema tan importante, ¿no hayan sido capaces de dejar el partidismo en los despachos?

El gobierno, con distintos negociadores a todas bandas, ha conseguido sumar a los votos de socialistas y de Unidas Podemos, los de Ciudadanos, PDeCAT, Más País, Compromís, Teruel Existe, UPN, Coalición Canaria, Nueva Canarias y Partido Regionalista Cántabro. Todos ellos han manifestado que lo hacen por responsabilidad y sentido de Estado, aunque haya algunos aspectos del texto con los que no están de acuerdo. Mientras que los partidos del no son PP, Vox, PNV, ERC, EH-Bildu, la CUP, Junts, Foro Asturias y BNG. Un conglomerado ideológico bien diferente y en algunos casos antagónico que en esta ocasión coinciden en su voto.

La decisión de los “socios” de investidura: PNV, ERC, EH-Bildu de no votar favorablemente a la que algunos califican la mejor propuesta en lo que va de legislatura, aunque no lo reconozcan públicamente, ha abierto una brecha importante que puede dar un giro en las relaciones entre el Gobierno y sus socios. El enfado, la incomodidad o la rabia contenida se han dejado ver en algunas intervenciones, especialmente en la de Unidas Podemos, que les han afeado a los republicanos su postura - ¿traición?- después de las múltiples conversaciones, reuniones y llamadas de telefónicas que han realizado hasta el último momento.

La decisión de ERC de no cambiar el sentido de su voto puede costarle un disgusto a Pere Aragonés si se tienen en cuenta las palabras Jéssica Albiach, que dijo que su partido debería replantearse su apoyo al gobierno catalán si los republicanos persistían en el no.

Lo que sí ha quedado patente es que en el bloque del no han coincidido ideologías tan antagónicas como como VOX, ERC, BILDU, PP y los independentistas de JXCat, cuya interviniente, Mirian Noguera, como viene siendo habitual en sus intervenciones, ha dejado su impronta de persona intransigente. Por el contrario, el hasta hace poco  compañero, Ferran Bel, del PDeCat, pese a que no comparte algunas cosas del texto, ha explicado su voto afirmativo, con un tono más amable y con sentido de responsabilidad. La sorpresa ha sido el voto de UPN, que según su presidente era de responsabilidad y con sentido de Estado.

No voy a explicarles las intervenciones de todos los demás grupos, pero sí resaltar que el bloque de investidura se ha resquebrajado y recomponerlo no va a ser fácil. Mientras, grupos de ideologías bien distantes han dejado aparcadas las diferencias porque cuando hay temas de Estado, todos deberían unirse al consenso, aunque sea una vez en toda la legislatura, al menos. Decía el periodista Juan Tebas que “la evidencia se demuestra, pero no se proclama".