¿Alguien se aburre con la que está cayendo?

No hay duda de que llevamos casi un mes, en el que el aburrimiento - si es que lo ha habido alguna vez- se ha marchado de vacaciones. Una vez más, la política es la protagonista en estos primeros meses del 2022, como siempre. Solo nos ha alegrado el día la victoria de Rafael Nadal en el Open de Australia ante Medvedev, que lo sitúa en el Olimpo de los dioses al alzarse con 21 triunfos del Grand Slam. Todo un récord de un deportista español que lleva el nombre de España por todo el mundo, y lo hace con orgullo y con la humildad de un campeón.

Mientras que la España de las comunidades se “entretenía” con la aprobación de la reforma laboral, con las consecuencias que ya son conocidas, en Catalunya los independentistas vuelven a remover el avispero a dos bandas: el Parlament y el Govern de ERC y JXCat.

En el Parlament, la situación generada por la inhabilitación del diputado de la CUP, Pau Juvillà, condenado por desobediencia, y la postura de la presidenta, Laura Borrás, de no acatar la sentencia del TSJC que lo condenó a seis meses de inhabilitación por desobediencia. Aunque la sentencia no es firme –está recurrida al Tribunal Supremo–, la Junta Electoral Central (JEC) había exigido que se le retire el escaño inmediatamente

Pau Juvillà /@EP

A principios de semana la tensión subía en el recinto del Parlament ya que su presidenta tenía la intención de suspender la actividad parlamentaria. Más de uno de sus amigos, abogados y compañeros de partido le explicaron las consecuencias jurídicas que podían derivarse de esta decisión, que le llevaría a dejar el cargo. El miedo a perder el sueldo y todo lo que conlleva el cargo, le hizo desistir de su intención. La rebelión le duró solo dos días. Muchas personas, incluido el presidente Aragonés, respiraron tranquilos con el pasado atrás de Borrás. Los servicios jurídicos y la secretaria de la institución ya habían dado de baja al diputado Juvillà, acatando así la decisión judicial. De esa situación era conocedora Borrás que en ningún momento lo comunicó a los grupos políticos. El Psicólogo, escritor y antropólogo Carl Ransom afirmaba que “la única persona a la que no se le puede ayudar es la que da la culpa a otros”.

Este episodio ha venido a revolver las diferencias manifiestas en las distintas formaciones, que por unas horas creían volver a tiempos pasados que tantas heridas han dejado, aún sin cicatrizar. Decía una mujer extraordinaria, Concepción Arenal, que “la ley es la conciencia de la humanidad”.

Mientras esto ocurría, la ANC que ya tiene previstos cambios en su cúpula, - ¿más radicalización?- se entrevista, este viernes, con el presidente Aragonés - forma aparte de la ronda de entrevistas de la presidente catalán con los partidos y entidades independentistas- la todavía presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie, que declaraba a los medios la “gran discrepancia" con el presidente Aragonés en la estrategia independentista y en la apuesta por la mesa de diálogo y ha afeado que el Govern no tenga un plan para hacer la independencia. La postura de Paluzie choca frontalmente con la postura de un presidente que prefiere el diálogo a la confrontación, aunque las cosas con el presidente del gobierno no van bien, ni tampoco con la vicepresidenta Yolanda Díaz, que se siente engañada por los republicanos. Sobre el panorama político se ciernen unos oscuros nubarrones que solo la vocación de diálogo puede hacer que desaparezcan.

Por si fuera poco, la aplicación del 25% del castellano en los colegios sigue ahí pendiente de aplicación. En contraposición un movimiento de familias pide la inmersión lingüística, con la aplicación del 100% de clases en catalán. La defensa de las familias la lleva el exdiputado 'cupaire' y abogado, Benet Salellas.

Así que el presente es movido y el futuro inmediato seguirá en la misma línea, perdona, se irá intensificando conforme se acerquen más las fechas de los próximos comicios: las elecciones municipales. ¿Alguien se aburre?, seguro que sí, de las estrategias de los partidos y gobernantes que siguen siendo muy cansinos.