“A río revuelto ganancias de pescadores”, es lo que dice un refrán popular, aplicable a la situación actual en la política española y catalana, sin olvidar las próximas elecciones andaluzas, como termómetro de lo que puede suceder en las elecciones municipales y sobre todo las generales.
Las preocupantes consecuencias de la guerra de Ucrania, que está impactando en la economía mundial, parece que no son motivo suficiente para que las fuerzas políticas remen en la misma dirección dejando a un lado las diferencias ideológicas, intereses partidistas y otras monsergas. En cambio, los dirigentes, se dedican a remover las aguas, esperando pescar más de un pez.
Se empezó la agitación con el llamado Caso Pegasus que tanto revuelo está levantando y que algunos necesitan como excusa para camuflar sus verdaderas intenciones, tras el fracaso de su “propuesta estrella”. Lo preocupante es que a políticos, a los que se les reconocía un cierto grado de sentido común, están siendo arrastrados, sin calcular las consecuencias.
Este miércoles, el presidente de la Generalitat de Catalunya, Pere Aragonés, coincidiendo con su primer año de mandato, viajaba a Bruselas para mantener una reunión con el expresidente Puigdemont, con varios temas calientes en la agenda: las discrepancias continuas con Junts en el Gobierno que no ocultan públicamente, el caso Pegasus y la aplicación del 25% de castellano en las escuelas y las consecuencias de su no aplicación.
La escenificación de ir personalmente Aragonés a reunirse con Puigdemont en Bruselas puede interpretarse de dos maneras: como pleitesía al huido o la posibilidad de suavizar las relaciones con su partido que han empeorado más desde el liderazgo de Laura Borrás ¿Será posible suavizar a la Borras que va por libre y es incontrolable? Habrá que esperar, pero no hay demasiado optimismo.
En el trasfondo de la reunión del ex y el actual presidente se visualiza la idea de que tras el fracaso de internacionalizar el independentismo y buscar apoyos fuera, ahora, con la trama del espionaje, es la oportunidad para que Europa se implique en pedir a España que se abra una investigación y de esta manera, se vuelve a la escena mediática-política internacional para ver si por ahí pueden llegar a mejores resultados que con sus anteriores estrategias. Además, aprovecharán, como siempre. para poner de vuelta y media al Estado, Gobierno y todo lo que haga falta, Queda claro que Aragones pretende enviar un mensaje a Pedro Sánchez sobre su posible acercamiento a Puigdemont si no accede a sus peticiones.
En medio de este bonito follón, y tras la llegada de Feijjoo a liderar el PP, se publican unos audios de conversaciones del espía más torticero del mundo, Villarejo, en los que deja en muy mal lugar a Cospedal, su marido, y unos cuantos más, entre ellos al mismísimo Rajoy - ¿Casualidad?- y pone de nuevo el escándalo del Partido Popular en la primera línea informativa. El diario que ha publicado el material es El País, casualidad también.
Dicen que las casualidades en política no existen y quizás para desviar otros temas, en el río revuelto puede que haya quienes puedan pescar, pero al final, si no se maneja bien la caña, hasta se pueden ver envueltos en un remolino que se los trague también.
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