Vocación Municipalista

Catalunyapress y Pressdigital, primeros hijos de nuestro Grupo empresarial, nacieron con vocación municipalista. En sus primeras ediciones ya recogían las noticias de proximidad con una frecuencia que las diferenciaba de su competencia. La entrada en escena del proceso de enfrentamiento entre la Genaralitat y el Estado, que ha desembocado en el mas que conocido "Procés" ha hecho que nuestros dos diarios, especialmente Catalunyapress, entraran en la dinámica de la información política que está provocando la mayor revolución social que ha vivido Catalunya en toda su historia. Pressdigital, por su parte, al editarse completamente en español, se ha especializado en la visión de la realidad del Estado, pero analizada desde el prisma catalán, lo cual la diferencia de los diarios digitales que se editan desde Madrid cada día.

Vilapress nace ahora para recuperar nuestro empeño por escribir sobre lo que mas nos gusta: los municipios. Un complejo mundo donde se toca el día a día y se vive la realidad de la gente trabajadora en primera línea. En el periodismo de toda la vida, la figura del corresponsal de pueblo ha sido la de aquel heroico reportero, que en contra de la opinión del gran diario para el que escribía, sacaba adelante las noticias que recogían la vida y milagros de sus conciudadanos que las portadas de los rotativos consideraban de segundo o tercer nivel.

Ahora, que en internet "nadie es pequeño y todo se transforma en global", toca resarcirse y escribir sobre lo más cercano y, sobre todo, publicar lo que acontece en nuestros municipios aunque a algunos les siente como un purgante y a ningún editor de prestigio parezca importarle. Vamos a intentarlo con humildad y sobre todo con entereza, que es lo que debe exigírsele a una publicación que siempre será deficitaria en recursos, pero inmensamente rica en ilusión y trabajo.

A los compañeros de la competencia que ya hacen este trabajo les decimos que somos uno más y, sobre todo, los últimos en llegar, y que siempre nos tendrán a su lado en las reivindicaciones profesionales y defendiendo su libertad de expresión como si fuera la nuestra. Y a quienes empezarán a leernos a partir de ahora, que nos acojan con cariño porque estamos seguros de que no les defraudaremos.

Como me decía hace muchos años un viejo amigo cenetista cuando me veía para hablar a escondidas de "nuestras cosas": ¡Salud y trabajo para todas y para todos!

El editor