El 57% de los alumnos de 4º de ESO son consumidores de pornografía

Según la Encuesta de hábitos de salud a alumnos de cuarto de la ESO de la provincia de Barcelona, elaborada por la Diputación de Barcelona, el 57% de los estudiantes de este curso ha visto pornografía alguna vez, aunque el porcentaje varía mucho en función del sexo: un 72,9% de los chicos ha tenido acceso, dato que se reduce al 39,2% en el caso de las chicas. Los datos, sin embargo, varían poco para otras variables sociodemográficas como la titularidad del centro escolar o el nivel socioeconómico del alumno. 

Únicamente en el caso del origen se encuentran algunas diferencias significativas: el 58,8% del alumnado autóctono dice haber consumido pornografía alguna vez, porcentaje que baja al 52,5% entre el alumnado inmigrante de 2ª generación y hasta al 47,2% entre el alumnado inmigrante de 1ª generación.

Por lo que se refiere a la edad del primer acceso a la pornografía, entre los alumnos de 4º de ESO que admiten haber visto estos contenidos alguna vez el 47,5% lo ha hecho antes de los 12 años (50,9% en el caso de los chicos). A los 13 años, el porcentaje alcanza el 71,8% (76,3% en el caso de los chicos). Entre los más precoces, destaca que un 14,5 por ciento ha visto pornografía por primera vez con 10 años o menos, un 33,5 por ciento en la franja de 11 a 12 años y un 43 por ciento en la franja 13 a 14 años.

Desde hace unos años, la Diputación de Barcelona incorpora el consumo de pornografía a la Encuesta de hábitos de salud que elabora desde 2015 con la participación de 30.650 estudiantes de centros de 90 municipios de la provincia. La percepción del estado de salud, así como los hábitos y conductas relacionadas con la salud de los adolescentes, ayudan a orientar las políticas locales de salud.

Respecto a los efectos del consumo de pornográfica, la profesora de Derecho Penal de la Universidad Complutense (UCM) y abogada especializada en delincuencia juvenil Sonsoles Vidal, ha aseverado que el consumo de pornografía "incita a comportamientos violentos, a ejercer la violencia y, además, a normalizarla". Prueba de ello es que en 20 años de ejercicio de la abogacía, ha apuntado Vidal, el cien por cien de los varones que ha atendido en su despacho por delitos contra la libertad sexual reconocieron todos consumir pornografía. 

En este mismo sentido, Delgado ha explicado que el consumo de pornografía, incluso sin llegar a convertirse en una adicción, tiene efectos negativos en la conducta como el aumento de la agresividad, "porque todo contenido pornográfico es violento", la generación de estereotipos que denigran a la mujer, más casos de 'sexting', ciberacoso, problemas en las relaciones de pareja, aumento de prácticas sexuales de riesgo que conllevan peligro de enfermedades de transmisión sexual, insatisfacciones, ansiedad y depresión, entre otros.

En cuanto a la puerta de acceso a la pornografía, el patrón es similar entre ambos sexos, con ligeras diferencias. 4 de cada 10 adolescentes (40,3%) llega a la pornografía a través de las amistades, porcentaje ligeramente mayor entre los chicos (42%) que entre las chicas (36,3%). Un tercio busca pornografía personalmente, y en torno al 15% se lo encuentra accidentalmente navegando por internet.

Sobre las principales razones para el consumo de pornografía, la motivación más habitual es satisfacer un deseo sexual, pero es mucho más frecuente en el caso de los chicos (66,1 %) que en el de las chicas (47,1 %). El 45,6% de las chicas declaran que lo hacen por curiosidad, motivo que sólo jusrifican el 22,7% de sus compañeros chicos-.

Checa ha reclamado así "la necesidad" en la sociedad española de un debate en profundidad sobre esta problemática, sobre sus consecuencias en la educación afectivo-sexual de los más jóvenes, como su influencia en la banalización de comportamientos violentos o en la denigración de la mujer. Por su parte, la vicedecana de Estudios de la Facultad de Psicología, Inmaculada Sánchez, ha incidido en la importancia de encontrar respuestas a este consumo que "va en aumento" entre los jóvenes.

Por lo que se refiere a las fuentes de aprendizaje sobre sexualidad para los adolescentes, la más importante son las amistades, seguidas del instituto. Se aprecian diferencias significativas entre chicos y chicas: hay más chicas que dicen que aprenden a través del centro escolar y la familia, mientras que hay más chicos que declaran aprender a través de Internet y de la pornografía. Es en la pornografía en la que se evidencia una diferencia más marcada.

Respecto a la intensidad del consumo de pornografía, de entre los que han consumido alguna vez, un 25,2% de los chicos dice hacer un consumo habitual, en comparación con sólo el 7,5% de las chicas. El 3,6% de los chicos y el 2% de las chicas reconocen realizar un consumo excesivo.

Talleres para una sexualidad saludable

El Servicio de Salud Pública de la Diputación de Barcelona, entre otras vías de trabajo, proporciona a los ayuntamientos recursos para mejorar la salud de la población mediante la promoción de hábitos y estilos de vida saludables. 

Entre estos recursos figuran actividades educativas y materiales didácticos para la promoción de una sexualidad sana y la prevención de conductas sexuales de riesgo que son talleres de educación sexual para niños y adolescentes a partir de los 11 años y hasta finalizar la etapa escolarización obligatoria, adaptados a la edad de los participantes, así como sesiones por familias para trabajar la comunicación con los hijos en este tema.

Un ejemplo es el taller “Descubrimos las sexualidades”, dirigido a alumnos del 1er ciclo de ESO, en el que se trata el concepto de sexualidad, más allá de la genitalidad, incorporando reflexiones sobre la pornografía, entre otros.

Otro ejemplo es el taller “Sexualidad sana y placentera”, dirigido a alumnos de 2º ciclo de ESO y en el que se tratan temas como las relaciones afectivosexuales saludables, los métodos de protección, prácticas de riesgo o las violencias sexuales, y en el cual, entre otros aspectos, se anima a los adolescentes a tener una visión crítica de la sexualidad aprendida en la pornografía.

La previsión de la Diputación de Barcelona es realizar más de 560 talleres este 2023 en 107 municipios de menos de 20.000 habitantes, de los cuales ya se han realizado 373 con 7.798 participantes.