La Generalitat impulsa mejoras en las depuradoras del Prat y Abrera
Este anuncio se enmarca en una estrategia más amplia del Govern para reducir la dependencia de Catalunya de las lluvias
La Generalitat de Catalunya ha anunciado un ambicioso plan para mejorar la infraestructura hídrica en diversas regiones del territorio catalán, centrándose en proyectos clave en el Baix Llobregat. En una reciente rueda de prensa, la portavoz del Govern y consellera de Territorio, Vivienda y Transición Ecológica, Sílvia Paneque, detalló las acciones previstas para potenciar la potabilización del agua en la planta del Ter y, específicamente, acelerar los trabajos en la planta de Abrera.
Este anuncio se enmarca en una estrategia más amplia del Govern para reducir la dependencia de Catalunya de las lluvias, con el objetivo de garantizar el 70% del consumo de agua con recursos propios antes de 2027. Actualmente, esta cifra se sitúa en el 30%, lo que pone de manifiesto la urgencia de estas intervenciones.
MEJORAS EN ABRERA Y EL PRAT
La planta de potabilización de Abrera, situada en el Baix Llobregat, es una de las instalaciones que verá aceleradas sus obras de modernización. Este proyecto es crucial para asegurar la calidad y cantidad del agua que abastece a gran parte del área metropolitana de Barcelona. Paneque ha subrayado la necesidad de una tramitación urgente para mejorar la eficiencia de la planta, con el fin de adaptarla a los estándares actuales y futuros.
Por otro lado, la Generalitat también planea trasladar temporalmente los caudales de agua residual desde el Besòs hasta la depuradora del Prat de Llobregat. Esta medida estará vigente hasta que la nueva estación de regeneración de agua del Besòs entre en funcionamiento en 2033, garantizando así un tratamiento más eficaz de las aguas residuales y su eventual reutilización.
UN MODELO SOSTENIBLE
El Govern ha enmarcado estas actuaciones dentro de un "nuevo modelo hídrico" que busca hacer de Catalunya una región más resiliente frente a la escasez de agua, cada vez más frecuente debido al cambio climático. Con una inversión global valorada en 2.000 millones de euros, este plan pretende no solo modernizar las infraestructuras actuales, sino también ampliar las capacidades de la comarca para afrontar futuros desafíos en el abastecimiento de agua.
Además, la Generalitat ha reafirmado su compromiso de dotar a los entes locales de los recursos necesarios para implementar nuevos tratamientos de regeneración, cañerías de distribución e infraestructuras. Con estas medidas, se espera no solo mejorar la situación actual, sino también preparar al territorio para un futuro en el que la gestión eficiente del agua será crucial.
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