Llega el cambio de hora: consejos para adaptarse mejor al horario de invierno

Este 26 de octubre de 2024, España se prepara para el cambio al horario de invierno, una modificación en los relojes que, a las 3:00 a.m., retrocederán una hora. Esta medida, en vigor hasta el 30 de marzo de 2025, busca aprovechar mejor las horas de luz natural y fomentar un consumo energético más eficiente. Sin embargo, el ajuste afecta a nivel biológico, en especial a personas con un reloj interno más sensible, como niños, mayores y aquellos con trastornos del sueño.

Ajustar el horario no es tarea fácil para todos. Mientras que los dispositivos inteligentes realizan la modificación de manera automática, las personas suelen experimentar alteraciones en sus patrones de sueño y bienestar general. La Sociedad Española del Sueño (SES) advierte que la adaptación al nuevo horario puede tomar hasta diez días en ciertos casos, manifestándose en síntomas como insomnio, fatiga e irritabilidad. Estos efectos son comunes durante los primeros días, pero en general tienden a disiparse en la mayoría de las personas.

A pesar de los inconvenientes, la SES señala que el horario de invierno tiende a ser menos disruptivo que el de verano, ya que el retraso de una hora sincroniza mejor nuestro reloj biológico con el ciclo natural de luz y oscuridad. Esta sincronización permite un despertar más acorde con la salida del sol, lo que ayuda a mantener un ritmo biológico más estable. Los estudios indican que un ritmo más alineado puede mejorar la concentración y reducir los riesgos de salud asociados a la desincronización, como el aumento de peso, problemas cardiovasculares y síntomas depresivos.

Para mitigar los efectos del cambio de hora, los expertos sugieren adoptar algunos hábitos los días previos. Ajustar gradualmente los horarios de sueño y comidas, exponerse a la luz solar por la mañana y evitar la cafeína y las pantallas antes de dormir son algunos de los consejos que facilitan la transición. El ejercicio matutino y una dieta equilibrada también contribuyen a regular el reloj biológico.

Mientras tanto, el debate sobre la necesidad del cambio de hora continúa en la Unión Europea. En 2018, una consulta pública reveló que un 84% de los ciudadanos europeos prefería eliminar el cambio de horario, con una inclinación en España hacia el horario de invierno. Sin embargo, el proyecto aún no cuenta con consenso entre los Estados miembros, lo que impide la adopción de un horario fijo en el continente.

Por ahora, el cambio de hora seguirá en vigor, al menos hasta 2026, según las regulaciones vigentes en la UE. Así, los españoles deberán ajustar sus relojes dos veces al año, mientras los expertos y ciudadanos debaten si la práctica tiene más beneficios o desventajas en un contexto de mayor eficiencia energética y bienestar.

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