Solución millonaria para mejorar la conexión entre la A-2 y la B-40 entre Abrera y Esparreguera
Unas obras que quieren ser claves para reducir el tráfico y los accidentes de la zona
El Ministerio de Transportes ha adjudicado por 32,6 millones de euros las obras de mejora de la conexión entre la A-2 y la B-40, a su paso por Abrera y Esparreguera. Este proyecto busca reforzar la capacidad del enlace de Abrera y optimizar el tronco de la A-2, con el objetivo de mejorar la fluidez del tráfico y la seguridad vial en el área metropolitana de Barcelona.
Una inversión clave tras el aumento del tráfico
La necesidad de esta intervención responde al aumento del tráfico registrado tras la apertura, en febrero de 2023, del tramo de la B-40 entre Viladecavalls y Olesa, que conecta Terrassa con la A-2. Desde su puesta en funcionamiento, este nuevo tramo ha generado un incremento considerable en la circulación, especialmente en el enlace con la autovía A-2.
Con estas obras, el Ministerio de Transportes busca garantizar una mayor capacidad y fluidez en la zona, alineándose con su estrategia de impulsar un transporte más sostenible y seguro en el área metropolitana de Barcelona.
Principales actuaciones en la A-2 y la B-40
El proyecto contempla varias actuaciones clave para optimizar la conexión y evitar colapsos en las horas punta:
- Mejora del acceso desde la B-40 a la A-2 en sentido Lleida, facilitando la circulación en este tramo estratégico.
- Ampliación a dos carriles del acceso de la A-2 a la B-40 en dirección Terrassa, lo que permitirá absorber mejor el tráfico procedente de la autovía.
- Refuerzo de la capacidad de la A-2 en sentido Lleida, en el tramo comprendido entre los enlaces 581 y 580, aumentando la fluidez de los vehículos que transitan por esta vía.
Un proyecto estratégico para la movilidad en el Baix Llobregat
Las obras, que fueron licitadas el pasado mes de julio, forman parte de un plan de modernización de infraestructuras que busca optimizar la conectividad en una de las áreas con mayor densidad de tráfico de Cataluña. Con esta inversión, el Gobierno pretende aliviar los atascos y mejorar la seguridad de los conductores, reduciendo tiempos de desplazamiento y facilitando la movilidad entre el Baix Llobregat, el Vallès Occidental y la zona de Lleida.
Se espera que la ejecución de estas mejoras reduzca los problemas de congestión que se han intensificado tras la apertura del nuevo tramo de la B-40, asegurando una infraestructura más eficiente y adaptada al crecimiento del tráfico en la zona.
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