Agresión al árbitro en el Espanyol - Villarreal: posible sanción al club

El partido entre el Espanyol y el Villarreal en el RCDE Stadium terminó de manera lamentable, cuando el árbitro Alejandro Quintero González fue agredido por un aficionado que lanzó un vaso de plástico con agua desde las gradas. El incidente ocurrió al finalizar el encuentro, justo cuando el colegiado se dirigía al túnel de vestuarios. A pesar del impacto, Quintero González no sufrió lesiones y decidió esperar la llegada de los agentes de seguridad para identificar al agresor.

El ambiente durante el partido ya era tenso, marcado por constantes interrupciones y faltas, lo que generó un clima de crispación entre los aficionados, especialmente tras la remontada del Villarreal. Con este resultado, el equipo local acumula dos derrotas consecutivas, mientras que el Villarreal se coloca en puestos de Champions League con un destacado Ayoze Pérez, que anotó un doblete.

El árbitro dejó constancia en el acta del partido sobre el lanzamiento del vaso, indicando que el agresor llevaba una camiseta del club local. La posible sanción al Espanyol por esta agresión se está evaluando, lo que podría acarrear consecuencias para el club, incluyendo el riesgo de cierre parcial o total del estadio.

"Una vez finalizado el partido, encontrándonos en la entrada al túnel de vestuarios, se produce un lanzamiento de un vaso de plástico lleno de líquido impactando en mi pecho con fuerza. El objeto fue arrojado por un aficionado que llevaba una camiseta del club local desde encima del túnel", ha descrito el acta.

SANCIÓN

En el documento, el colegiado describe cómo recibió un impacto en el pecho por un vaso de plástico lleno de líquido lanzado por un aficionado del equipo local. La gravedad del hecho ha llevado a que se evalúe la posible sanción que podría imponer el Comité de Disciplina, basándose en el Artículo 15 del Código Disciplinario de la RFEF, que establece la responsabilidad de los clubes en casos de alteración del orden y agresiones. Las posibles sanciones van desde multas que oscilan entre 600 y 90.000 euros, además del riesgo de cierre total o parcial del estadio.

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