Un padre explica como el tratamiento en el Sant Joan de Déu ayudó a su hijo con psicosis
Los problemas graves llegaron años más tarde, cuando Hugo tenía unos 12 años. En un principio, sus padres atribuyeron su cambio de conducta a la adolescencia
El padre de un joven al que diagnosticaron psicosis con 15 años explica cómo, gracias al tratamiento, ha podido reanudar su vida. Hugo siempre fue un niño de apariencia frágil. Su padre, Edu, relata que ya de pequeño tardó en caminar, que tenía dificultades de aprendizaje y le costaba más a la escuela que a otros niños. "Le estuvieron mirando si tenía TDAH, un déficit intelectual leve, pero más allá de eso era un niño muy afable, familiar e inquieto", explica.
Los problemas graves llegaron años más tarde, cuando Hugo tenía unos 12 años. En un principio, sus padres atribuyeron su cambio de conducta a la adolescencia. “La adolescencia es una etapa de tantos cambios que pensamos que era esto. En ese momento, además, -recuerda Edu- coincidió en que su madre y yo nos separamos, y pensamos que, aunque había sido una separación muy pacífica, a él le había afectado. No sabíamos muy bien por qué, si era por una cosa o por otra, pero coincidiendo con el cambio de la escuela en el instituto aquel niño maravilloso que teníamos en casa decidió convertirse en un “malote”. Empezó a ir con malas compañías, a consumir cannabis...”.
La situación fue empeorando progresivamente. “Un día se vio implicado en una pelea y empezó a quedarse en casa, a no querer ir a la escuela, a no salir por nada. Estuvo un año sin salir de casa. Consultamos a un psicólogo pensando que tenía agorafobia. Estábamos muy desorientados”, recuerda ahora Edu.
Entonces, el chico vivía con su madre y fue ella quien un día le sorprendió hablando solo y delirante. Fue la primera vez de muchas. Ahora saben, porque el chico se lo ha explicado, que tenía alucinaciones, algunas muy desagradables en las que se le aparecía gente despreciándole o insultándole.
“Su madre soportó muchas cosas que todavía hoy no nos ha explicado", recuerda Edu. "Hugo le cogió la tarjeta para poder comprar alcohol sin salir de casa, sé que le rompió la tele, que sentía voces... La situación se convirtió en tan y tan insostenible que un día del mes de agosto de hace dos años tuvo que llamar al 061 pidiendo ayuda. No es nada fácil para un padre o una madre hacer esto, pero ella fue muy valiente y, gracias a ello, hoy Hugo está bien. Aquella explosión, ese brote psicótico, hizo estallar la situación y fue el inicio de la solución para Hugo”, asegura.
En agosto de 2022, Hugo era trasladado en una ambulancia al Hospital Sant Joan de Déu Barcelona y quedaba ingresado en el Área de Salud Mental. Entonces tenía 15 años. Allí le diagnosticaron psicosis e inició el tratamiento, que consistió en un tratamiento farmacológico y sesiones de terapia.
“Al principio –recuerda el padre- estaba muy enfadado con nosotros. No entendía que le hubiéramos llevado allí porque estaba bien, pero poco a poco ha ido aceptando la situación y al cabo de un mes pudimos volver a casa”.
Al salir del Hospital, Hugo fue derivado a un hospital de día de un centro cercano a su domicilio para poder continuar el tratamiento en su entorno. Sus padres también recibieron ayuda en el manejo de la enfermedad y asistieron a los grupos que se organizan en Sant Joan de Déu por las familias de los pacientes.
Actualmente, el joven ha reanudado sus estudios y viene al Hospital cada 15 días a realizar terapia. “Ahora la convivencia con él es muy buena. Hugo ha retomado los estudios y hace una vida normal. Es un joven muy empático. Hace unos días íbamos de noche por la calle y ofreció su ayuda a una mujer que vio sola y desvalida. Yo creo que es especialmente sensible porque él también se ha sentido vulnerable”, señala el padre.
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