Un vecino de Molins de Rei consigue que un colegio quite la música
Un vecino se ha quejado por el ruido que genera
La institución educativa, al igual que la mayoría de centros escolares, utiliza música para señalizar las entradas y salidas a las 9 y las 12:30, así como a las 15 y las 16:30. También se emplea al salir al patio y al regresar a las aulas a las 10:30 y a las 11, respectivamente. Según lo explicado por representantes de la escuela, tras recibir un aviso del Ayuntamiento en septiembre debido a la queja de un vecino, ajustaron la duración de cada emisión a dos minutos (anteriormente eran aproximadamente cuatro minutos) y redujeron el volumen.
Posteriormente, el Ayuntamiento les notificó nuevamente por la misma queja, y la escuela detalló las medidas tomadas, solicitando al Ayuntamiento que visitara el centro para verificar lo que pudiera estar ocasionando el problema. El 8 de noviembre, la concejalía de Educación envió un requerimiento al Departamento de Enseñanza de la Generalitat, advirtiendo que debían cumplir con las normativas de Ruidos y Vibraciones y de Convivencia, y señalando posibles sanciones que oscilaban entre 9,000 euros y 300,000 euros.
Como consecuencia de ello, el martes 20 de noviembre, la escuela recibió un requerimiento de la Generalitat instándoles a cesar la música para cumplir con las normativas. La maestra del centro, Eli Busquet, indica que desconocen qué normativa están incumpliendo y han solicitado mediciones acústicas para evaluar si se superan los límites de decibelios establecidos por la ordenanza. Si es necesario, la escuela se compromete a implementar las medidas correctivas pertinentes.
Desde la perspectiva del Castell Ciuró, "el Ayuntamiento debería haber tomado medidas para evaluar si se excedían los límites de decibelios antes de notificar a la Generalitat". Lamentan la falta de colaboración con el Ayuntamiento y afirman que siempre han pedido que se investigara la situación para identificar el altavoz que molesta al vecino y corregirlo. Por el momento, la solución ha sido retirar la música y volver al sonido de alarma utilizado décadas atrás cuando el lugar aún era la escuela Ramon y Cajal, un cambio sonoro que consideran no es el más apropiado.
La escuela ha manifestado que desea conocer con precisión cuál es el problema, qué normativas están incumpliendo y la ubicación exacta de la casa del vecino afectado para aplicar medidas correctivas, como reducir el volumen del altavoz más cercano a la vivienda o cambiar su ubicación para evitar molestias sonoras.
Aunque la escuela recibió una comunicación de Enseñanza del Ayuntamiento el 8 de noviembre informando sobre el requerimiento a la Generalitat debido a la queja vecinal, el alcalde, Xavi Paz, señaló que se enteró el 21 de noviembre a través de Twitter y ahora está evaluando cómo resolver la situación. Reconoció su molestia por la falta de coordinación entre los diferentes organismos involucrados.
Desde la escuela reiteran su desconocimiento sobre qué están incumpliendo, no se les ha proporcionado información detallada ni se han realizado mediciones de decibelios, y por ende, no saben qué correcciones deben realizar. Destacan que el expediente se inició por una queja de un vecino enviada al Ayuntamiento, quien luego la remitió a la Generalitat, que ahora solicita a la escuela que suspenda la música.
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