La Fundación para la Inclusión Laboral celebra su 25 aniversario en Olesa
A la reunión asistieron Jordi Parent (Olesa), Eduard Rivas (Esparreguera), Jesús Naharro (Abrera) y Gemma Rodríguez (Collbató)
La Fundación para la Inclusión Laboral (FIL) impulsada por los ayuntamientos de Olesa, Esparreguera, Abrera, Collbató y San Esteve, ha soplado 25 velas con la satisfacción del buen trabajo hecho hasta ahora y la mirada puesta en los nuevos proyectos de futuro. El centro, ubicado en Esparreguera, ha celebrado el pasado 2 de julio, el 25.º cumpleaños en un encuentro presidido por los alcaldes y alcaldesa de los municipios que forman parte del patronato de la Fundación: Jordi Parent (Olesa), Eduard Rivas (Esparreguera), Jesús Naharro (Abrera) y Gemma Rodríguez (Collbató); así como por el director de la entidad, Jordi Minguito, y el resto de miembros del Patronato de la fundación, órgano máximo de gobierno de la entidad (presidido por Pilar Salat).
Todos los asistentes han valorado muy positivamente la función de la Fundación en el territorio y destacan como esta transforma la sociedad, sobre todo, a través de la inclusión laboral. En este sentido, el alcalde de Olesa, Jordi Parent, ha remarcado que "las cinco alcaldías que forman parte del patronato de la fundación han reafirmado su compromiso con la FIL y mantener vivos sus valores".
Creación de la Fundación
Fue el 1999 cuando surgió esta iniciativa para dar respuesta a las necesidades de colectivos vulnerables con discapacidad. Por este motivo, decidieron trabajar de la mano para salir adelante un proyecto que diera cabida a las problemáticas de estas personas. De este germen surgió la Fundación para la Integración Laboral (FIL) que a lo largo de estos años no solo ha crecido sino que se ha consolidado en el territorio. Ahora la Fundación ve la oportunidad de redefinir su identidad para mejorar la visibilidad y consolidar su misión y valores en todo el territorio.
Este centro especial de trabajo está dirigido a todas las personas de los municipios que conforman la Fundación, que están en edad laboral y que tienen un grado de disminución igual o superior al 33%. Está gestionado por medio de un equipo multidisciplinario de profesionales (psicólogo, asistente social y el equipo personal de atención directa), así como por un equipo de monitores que velan en todo momento por la evolución y seguridad en el trabajo de estas personas.
Después de un años bajo el nombre de Àuriafil (arran la integración de la Fundación al grupo a Áurea Grupo, empresa que gestionaba el FIL), la fundación vuelve a las raíces y recupera el nombre inicial FIL "como un reflejo de su evolución y a la vez reforzando su presencia en el sector", tal como destaca el director de la entidad, Jordi Minguito. Según Minguito, "los cambios no solo incluyen aspectos de imagen corporativa, sino también estratégicos. Nos posicionamos como una entidad singular, disruptiva y comprometida con la transformación social”.
Desde FIL se plantea la nueva etapa de renovación con la mirada puesta en nuevos proyectos por la consecución de la cobertura total de las necesidades de los colectivos vulnerables. Mediante programas centrados en el envejecimiento prematuro y el ocio inclusivo, y focalizándose en el bienestar integral de estos colectivos, FIL está en proceso de estudio de la creación de un entorno residencial "que promueva el confort y la plenitud de las personas”, ha destacado el director de la entidad.
Otra de los hitos que se marca es conseguir la implicación del tejido social a través de campañas de financiación y la implantación de diferentes metodologías que los proporcionen recursos para consolidar y ampliar sus programas sociales.
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