Con ese panorama judicial, el todavía presidente popular, Pablo Casado, llegó en su día a liderar el partido tras dejar en el camino - no sin jugarretas- a Soraya Sáenz de Santamaría, la destinada a suceder a Mariano Rajoy en la formación y consecuentemente aspirante a ocupar La Moncloa. No sucedió nada con el cambio, al menos aparentemente.
Este sábado terminan las jornadas “volantes” de la Convención del PP, donde Pablo Casado ha querido mostrar a la ciudadanía su liderazgo, la cohesión del partido y que está “preparado” para gobernar.
Las tensiones que se están viviendo en Catalunya se han trasladado también a Madrid -- aunque por motivos diferentes ---, lo que presagia unos meses conflictivos hasta que hayan pasado las elecciones del 4M. Si es que la justicia las aprueba tras la impugnación de las mismas por la Mesa de la Asamblea de Madrid.
El acuerdo al que, parece ser, han llegado el presidente del Gobierno de España, el Señor Sánchez y el líder de la oposición Señor Casado es, sin duda, una buena noticia para todos.
Me consuela que su historia centenaria, la parte buena de la misma, les servirá mucho de ayuda y que la libertad de expresión todavía está vigente, aunque han pasado cosas muy raras en el último mes en las relaciones del Gobierno con los medios de comunicación.
Es el triunfo de la incapacidad de los nuevos políticos para tragarse su orgullo de gallitos e intereses partidistas.
Ha sido una jornada parlamentaria intensa, incluso apasionante, como no la habíamos visto y escuchado hace varias legislaturas.
Si Madrid parece empantanada, parálisis e incompetencia resumen el balance del gobierno que preside Torra
Estos días la investidura de Pedro Sánchez para seguir en la Moncloa se está complicando, más de lo que era previsible.
Barcelona y Madrid han sido, esta vez, las estrellas de la pelea estelar entre un socialismo muy táctico y sus dos bestias negras: la derecha popular con sus dos apéndices y, por supuesto, el independentismo.
La puesta en escena de las declaraciones de los líderes siempre es importante. En demasiadas ocasiones esconden lo sucedido en los despachos y nada tiene que ver con lo que explican a los medios y estos transmiten a la ciudadanía.
Lo razonable es que aquí y ahora se formara un Gobierno a la alemana con socialdemócratas y derecha civilizada, un gabinete con fortaleza parlamentaria suficiente para los cuatro próximos años que enderezara la inestabilidad política.
Con estos resultados, el PSOE puede elegir socio de gobierno: o lo hace con Podemos, con el apoyo del PNV o la otra acción se llama Ciudadanos.
Por fin se han celebrado ya los dos debates televisivos que han protagonizado los cuatro candidatos a presidir este país llamado España. ¿Habrá servido a los ciudadanos para decidir a quién van a votar?
Las mujeres siguen teniendo vetada su llegada a la Moncloa como presidentas.
"Algunas personas no han entendido que la tierra gira alrededor del sol, no de ellas", decía Mafalda.
Durante tres días militantes y dirigentes del PP se han reunido en su Convencional Nacional celebrada en Madrid.
El PP de ahora es el triste epílogo de una política en plena decadencia. Y como no logramos salir del pozo, solo cabe exclamar aquello que decía el cura que me bautizó: Dios no coja confesados.
Pablo Casado Blanco no es Aznar, ni mucho menos Rajoy, y esta Convención es la suya. La que de verdad puede otorgarle el marchamo de líder en los próximos años o, por lo contrario, enviarlo al limbo donde Hernández Mancha levita en soledad eterna.