​Toca pactar y salir del hoyo

El acuerdo al que, parece ser, han llegado el presidente del Gobierno de España, el Señor Sánchez y el líder de la oposición Señor Casado es, sin duda, una buena noticia para todos, si es verdad que en el Parlamento se pone en marcha algo que, dándose la prisa necesaria, conduzca a un pacto para la recuperación de la economía del país. Pero, no de la economía de una parte del país, por ejemplo la de los grandes empresarios solo, o la de los sindicatos aliados a Podemos, o la de los poderosos grupos de Comunicación, para entendernos, que no se parezca en nada a lo que pasó en la anterior crisis en la que los únicos que se quedaron con la pasta de todos fueron los bancos que consiguieron salvarse gracias a Dios, que diría el difunto Botín, o el caradura de Francisco González, sin que, aun hoy la hayan devuelto a los que sufrimos penurias y escaseces en aquellos tiempos tan duros. Si esta vez, el acuerdo no lo pagan la mayoría de los ciudadanos, sino que se benefician de las bondades del mismo los que antes lo perdieron todo, volveremos a lo mismo de siempre pero, durante más tiempo, lo cual ya sonará a la gente a estafa y engaño político.

De esta, o salimos los que sobrevivamos a la pandemia, trabajadores, pequeños empresarios, grandes empresas, artistas, escritores, tenderos, bares etc. etc., o este país, perderá su hoja de ruta para varias generaciones. Y si eso es así, será tremendo y una indignante dejación de sus responsabilidades de quienes tienen en sus manos la política activa en todas las instituciones, llámense Gobierno Central, autonómico o Diputaciones y ayuntamientos, para entendernos: los partidos políticos de nuestra Democracia.

Si lo del acuerdo en comisión parlamentaria solo sirve para marear la perdiz como se diría en el siglo XX. Dando vueltas a la noria, para luego echarle la culpa al rival político, y esconderse en que no se ha podido pactar porque el otro no se deja convencer, ya no será una excusa que podamos tragarnos. Aquí y ahora toca pactar y salir del hoyo, pero de verdad, dejando atrás las ideologías o los amaños torticeros. Todos juntos o tan solo una mayoría decidida a tirar del país hacia adelante tras tantas muertes y ruinas familiares y empresariales. A mí, personalmente, me importa un pimiento si izquierda, la que sea, y derecha se ponen de acuerdo para vencer la pandemia y a la recesión galopante que tenemos encima. Hay que hacerlo como sea y cuanto antes, mejor. Lo demás es demagogia y cobardía política.