Primeros pasos para adjudicar las obras de la nueva estación de El Prat

La Conselleria de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat ha adjudicado la redacción del proyecto de la nueva estación intermodal de El Prat de Llobregat por un importe de 400.000 euros y un plazo de redacción de 15 meses.

Según ha informado la Generalita, existe una estación de trenes de alta velocidad anexa a la estación de rodalies pero no está terminada y no presta servicio.

El nuevo intercambiador tendrá que facilitar la conexión entre la actual estación de Rodalies, por donde circulan las líneas R2, R2 Sud, R2 Nord y R15, la de alta velocidad, la estación de la L9 del metro y las paradas de autobús existentes correspondientes en líneas de transporte interurbano.

El proyecto planea también una reivindicación que ha sido muy importante para los vecinos, un aparcamiento en superficie de unas 370 plazas y preverá una primera fase de obras que incluirá estas actuaciones con un presupuesto estimado de 15 millones de euros.

En la segunda fase, que costará en torno los 40 millones de euros, el proyecto contabilizará las previsiones urbanísticas de este sector del municipio del Prat de Llobregat, que plantean nuevos desarrollos a una cota superior a la actual, como la reubicación de la estación de autobuses.

RIESGO DE COLAPSO

Pese a las buenas noticias que suponen el aparcamiento en la estación -aunque no se ha dicho si será completamente público o de pago- el proyecto de estación intermodal más el paso del EVA, la versión económica del AVE, por El Prat, donde tendrá su origen y final, siguen existiendo riesgos.

El Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de Catalunya emitió un comunicado en marzo en el que se informa de que la red ferroviaria de Barcelona está al límite de su capacidad, por lo que este proyecto supone un "riesgo de colapso".

Los ingenieros alertaban que la entrada del nuevo servicio de alta velocidad EVA, que tendrá El Prat de Llobregat como centro de operaciones; el Corredor Mediterráneo y la lanzadera al aeropuerto de El Prat afectarán al funcionamiento de las infraestructuras actuales, saturando "servicios esenciales" para la movilidad, como Rodalies.