La precaria situación de los socorristas de playa
UGT denuncia que la única regulación sobre socorrismo en el litoral data de 1972 y ni siquiera tienen un convenio propio, se rigen con el de socorristas de piscina.
FOTO: @ssocoristes
Hay varias imagenes alrededor de los socorristas, pero la realidad es que este sector vive al amparo de las empresas que los contratan sin ningún convenio que regule su situación y con una ley de ámbito estatal que data de 1972.
Pese a que en 2015 se reguló la formación para ser socorristas que obliga a estudiar dos años un grado medio u obtener un certificado de profesionalidad en el Servei de Ocupació de Catalunya (SOC) reconocido por la Unión Europea, nadie regula los salarios ni las condiciones laborales, y en cambio cuando en verano se producen muertes en las playas se pone el ojo en estos profesionales.
Desde la UGT se está pidiendo a la Generalitat que regule de manera "urgente" la situación del socorrismo y que se establezca un convenio colectivo propio, ya que cuando no se rigen por los propios colectivos de empresa, lo hacen con el único convenio estatal de socorrismo existente que es el de piscinas.
Carlos Parra, delegado de la UGT en la empresa de socorrismo Proactiva, ha explicado a este diario la situación que viven los socorristas en las playas. "Existe una precariedad salarial" enorme debido a que con la nueva reforma laboral, asegura, las empresas pueden establecer sus propios convenios, "que en materia salarial son siempre a la baja", denuncia el sindicato, y que alegra a los ayuntamientos cuando tienen que abrir una licitación.
Parra lamenta que "los ayuntamientos no saben hacer un pliegue de condiciones adecuadas", en muchos casos, porque la norma más cercana es la de 1972 y "no es acorde a la realidad de hoy en día", así que cada consistorio se rige según sus propios criterios y gracias a los convenios de empresa a reducir costes.
Ahora la UGT está redactando un proyecto de convenio que está a la espera de ser revisado por los abogados, para reunirse con los estamentos necesarios y conseguir no sólo un aumento salarial, sino que se regulen las horas laborales, las condiciones, las herramientas de trabajo que necesitan, el material médico y un largo etcétera que en muchas ocasiones no se tiene, por la falta de regulación.
El problema, subrayan desde el sindicato, es que si el socorrista no dispone del material necesario o el trabajo es tan precario, las consecuencias las sufren los ciudadanos cada vez que van a la playa. Todo depende del equipo humano y su dedicación.
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