¿Cómo leemos en la sociedad digital? Lectores, booktubers y prosumidores es una publicación dirigida por Francisco Cruces, profesor de Antropología en la UNED, que analiza los nuevos hábitos de lectura que ha traído consigo la sociedad tecnológica en red en la que vivimos. En las páginas del libro encontramos fenómenos de actualidad como el lector prosumer, los booktuberso la narrativa transmedia, que dibujan el perfil del lector del siglo XXI.
Una de las coautoras de la obra, la doctora Gemma Lluch Crespo de la Universitat de València, ha centrado su aportación en definir cómo leen los jóvenes en la actualidad. A su juicio, el cambio de siglo trajo consigo un cambio en el paradigma lector de la juventud y los catalizadores del cambio fueron la serie de novelas de Harry Potter e Internet.
La saga creada por J. K. Rowling consiguió entre 1997 y 2007 desintermediar la relación entre el autor y el lector: “pasar de los espacios mediados por adultos (la escuela o la biblioteca) a los espacios aparentemente libres (Internet).”
Y ello fue posible gracias al canal de comunicación de la era digital, Internet, que permitió que el autor y la editorial se dirigieran directamente al lector joven, ideando campañas y promociones para él.
El ecosistema de lectura actual de los jóvenes ha roto con el heredado del siglo XX trasladando a la red todos los espacios tradicionales asociados a la lectura, como las librerías o las bibliotecas.
Este nuevo ecosistema se caracteriza a grandes rasgos por:
-Sacar la lectura del entorno privado y convertirla en una actividad social.
-Convertir al lector pasivo en un creador de contenidos o prosumer.
-Sustituir al mediador tradicional entre el joven y la lectura (docente, bibliotecario, padres) por la figura del influencer.
-Cambiar la forma en que se consiguen los libros: de las librerías y bibliotecas a las plataformas online como Amazon.
Señala Lluch que las redes ofrecieron a los jóvenes la oportunidad de encontrar las lecturas que deseaban y que no encontraban en los canales tradicionales. Y esto tuvo un efecto colateral: en la búsqueda también se encontraron con muchos otros lectores como ellos, con quien hablar y compartir sus gustos literarios y experiencias. De esta forma, leer deja de ser un acto individual y privado y se socializa, en palabras de la autora, “transformaron la lectura en conversación”.
Algunos de estos jóvenes han llevado su pasión por las letras y su compromiso hasta el punto de convertirlos en una profesión. Son los influencers, personas que cuentan con miles de seguidores y que disfrutan hablando de los libros con los demás. Han sabido ganarse a las editoriales y a los autores y poder tratar directamente con ambos (“Aprendieron a diseñar campañas de marketing que ofrecían gratis a las editoriales o a los autores que admiraban”). Lo que empieza como una afición les ha llevado a convertirse en gestores de inmensas comunidades de lectores.
El participar en los espacios literarios virtuales de Internet transforma al antaño lector pasivo en un prosumer, es decir, en alguien que no se limita a consumir contenidos, sino que también los produce a través de sus recomendaciones de libros al resto de la comunidad y del intercambio de experiencias online con otros lectores: “En los espacios virtuales que han creado, han unido la lectura a la escritura, por lo que el lector se ha transformado en autor; han encontrado formas de compartir la lectura, de recomendar autores, temas o libros; continuamente, inventan juegos y retos, etcétera”.
Otro de los rasgos de este ecosistema de la lectura juvenil que describe GemmaLluch es la aparición de una nueva literatura joven dirigida a estos nativos digitales. Libros que a lo mejor no se encuentran en los comercios habituales y que se adquieren o descargan de forma pirata en Internet, que están firmados por autores ajenos al sector editorial y a menudo procedentes del mundo audiovisual, como guionistas de series de televisión, productores o booktubers. Libros dirigidos a fans de los videojuegos y de determinadas series de culto.
Hemos mencionado a lo largo de este breve texto el neologismo booktuber. Desde mediados de esta década, el canal favorito de los jóvenes es YouTube y ello ha dado lugar a la aparición en este medio de líderes de opinión sobre libros para jóvenes que son seguidos por miles de fans. En abril de 2016, El Confidencial se hacía eco de este fenómeno con un llamativo titular: «Son los booktubers, tienen veinte años y han llegado para salvar al libro».
Una aportación interesante de la investigación que ha realizado Gemma Lluch sobre los booktubers y los influencerses la clasificación que hacen de los vídeos que cuelgan en sus canales:
Book Hauls – Wrap Ups – Los Book Haulsson los nuevos libros que han comprado, que les han regalado las editoriales, la familia o los amigos o que tienen acumulados en un periodo de tiempo. Habitualmente, los presentan con un Wrap Ups o pequeño comentario. Aunque habitualmente, los Wrap Ups se utilizan para comentar de una manera rápida los libros leídos durante un período de tiempo.
Book tag – Preguntas, retos, desafíos y juegos relacionados con los libros. Pueden relacionar unos libros con otros, con películas o sentimientos, proponer preguntas sobre personajes, acertijos, etc. Se puede aprovechar para dar a conocer los gustos del booktubero darle forma de desafío que se lanza a sus seguidores o a algún booktuberconcreto.
-Bookshelf – A la manera de un tour, muestran los libros que tienen en sus librerías y estanterías.
-Colaboraciones – Colaboraciones con otros booktuberso apariciones en otros canales.
-Crónicas – Crónica de actos relacionados con la lectura: presentaciones de libros, etc.
-Tutoriales – Esta sección es muy diversa y puede incluir desde tutoriales para grabar un vídeo, escribir una novela, etc.
-TopLibros – Listas con los mejores libros leídos, recomendados, frases literarias favoritas…
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