"El silencio es el mejor aliado para las personas abusadoras"
La Fundación Vicki Bernadet pide que la prescripción del delito de abusos sexuales se amplíe como mínimo hasta los 50 años.
"Para abusar de un niño hace falta toda una comunidad". Esta es la frase de la película 'Spotlight' con la que la psicóloga Pilar Polo resume qué ocurre con los abusos sexuales a menores.
Esta experta asegura que "el silencio, las palabras no dichas, son el mejor aliado para las personas abusadoras". Por ello, hablar, denunciar, publicar y no callarse es una herramienta indispensable para "fortalecer a las personas vulnerables y disminuir el poder de las personas que pueden aprovecharse de las personas vulnerables".
Pilar Polo es la responsable de Relaciones Institucionales de la Fundacion Vicki Bernadet, una entidad que trabaja desde 1997 en la atención integral, prevención, formación y sensibilización de los abusos sexuales infantiles.
En declaraciones a Catalunyapress, Polo explica que las noticias en medios de comunicación relacionadas con abusos a menores fomenta que las víctimas se atrevan a explicar su caso. El aumento de denuncias genera más denuncias. Es un efecto en cadena. "Alguien habla, se le escucha y, por tanto, yo también tengo derecho a hablar, no dirán que estoy loca o loco porque alguien ha hablado antes que yo. Se ha roto el silencio".
Las consecuencias del abuso infantil son muy variables, tanto cuando son menores como cuando son adultos. "Lo que sabemos es que si un niño lo explica y le creen, las consecuencias son menos graves. Si lo explica y no pasa nada, el niño intenta crearse ideas como de protección, que pueden ser sanas o no".
"Lo que sí genera es mucho estrés. Cada uno lo lleva como puede. Muchas personas tienen trastornos de alimentación, o de personalidad, o de salud mental. Hay temas conductuales, los hay que están enfadados, hay gente que se aísla...".
Con el objetivo de que el menor sufra menos, hoy en día la primera medida que se adopta cuando se conoce un posible caso de abusos en la familia, es apartar al menor del ámbito familiar. A nivel legal, urge que estos procesos sean más rápidos y que el niño o la niña tenga el mínimo de impacto posible. "Esto implica facilitar al máximo que la criatura no tenga que ir a declarar tantas veces. No es que no le crean, pero desde el punto de vista del niño, puede pensar 'o no lo explico bien o no me acaban de creer'".
IGLESIA
En los casos de instituciones, como la Iglesia y en concreto los casos denunciados recientemente en Montserrat, lo primero debería ser que el menor esté protegido. "Los padres tienen que ponerse del lugar del niño. Y en el lugar en el que ha pasado, se tienen que tomar decisiones. Si ha pasado mucho tiempo, también se tienen que tomar decisiones porque lo ocurrido forma parte de la organización y hay que tomar responsabilidades. Como nos posicionamos y donde nos posicionamos es importante. La transparencia es lo que tendría que guiar a todas las instituciones y a todas las entidades. El mensaje debería ser que 'ante una situación no adecuada y delictiva, haremos lo que haga falta'. El encubrimiento no ayuda en nada".
Para Polo, los menores son las personas más vulnerables de la sociedad y el hecho de creer que los adultos siempre tienen razón, aumenta la vulnerabilidad del menor. "Es terrible, porque estos niños somos nosotros; parece que a los adultos se nos haya olvidado que fuimos niños. Ellos son la ciudadanía pequeña. Hace falta una mirada de protección de verdad hacia la infancia".
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