Cornellà inicia la rehabilitación de Can Maragall para convertirla en el Centro de Interpretación de la Historia del municipio
Cuenta con una inversión de 2,3 millones para un nuevo espacio patrimonial
El Ayuntamiento de Cornellà de Llobregat ha iniciado las obras de rehabilitación de la histórica masía de Can Maragall, que se transformará en la futura sede del Centro de Interpretación de la Historia de Cornellà. Este nuevo equipamiento cultural tendrá una doble función: por un lado, será un espacio museístico dedicado a explicar la evolución histórica de la ciudad y su patrimonio, y por otro, actuará como plataforma dinamizadora para la preservación de la memoria histórica local.
Can Maragall, una de las masías más antiguas del municipio —documentada desde el siglo XIII—, debe su nombre actual a la familia del poeta Joan Maragall, que la utilizaba como residencia de verano. Su último uso fue como residencia de personas mayores hasta principios del siglo XXI.
Ubicada en el corazón de Cornellà, a escasos metros del Ayuntamiento y en la confluencia entre la carretera de Esplugues y la rambla de Anselm Clavé, la masía está catalogada como Bien Cultural de Interés Local y forma parte del catálogo de protección del patrimonio arquitectónico del municipio.
Una inversión de 2,3 millones para un nuevo espacio patrimonial
Las obras, que tendrán una duración aproximada de un año, supondrán una inversión de 2,3 millones de euros, cofinanciados por la Diputación de Barcelona, el Área Metropolitana de Barcelona y los fondos europeos Next Generation.
El proyecto contempla la intervención en una superficie total de 1.346 m², de los cuales 796 m² corresponden a las tres plantas del edificio y 550 m² al jardín que lo rodea. Los trabajos previstos incluyen consolidación estructural, conservación, restauración y la recuperación de elementos originales de la masía, con el objetivo de poner en valor su relevancia patrimonial.
Un edificio funcional con vocación divulgativa
En el exterior, se mantendrá el volumen del edificio original, con la excepción de la demolición de un anexo en la fachada oeste, lo que permitirá recuperar la fisonomía original de la masía. El interior se adaptará para recuperar su tipología estructural tradicional y adecuarlo a los nuevos usos museísticos y culturales.
La planta baja albergará la recepción, espacios de trabajo, una mediateca y una sala de actos. Las dos plantas superiores estarán destinadas a espacios expositivos y una sala de talleres con salida directa a un jardín interior.
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