En estos tiempos donde la política se ha convertido en el centro de la atención informativa, por muchos motivos, es bueno hablar del futbol femenino. Este pasado domingo, por primera vez en la historia, un partido ha logrado reunir a más de 65.000 espectadores en el estadio del Atlético de Madrid, donde se enfrentaban el equipo titular del campo y el Barcelona. Todo un festival de buen juego que durante demasiado tiempo ha estado con poca presencia de público y menos visibilidad en los medios de comunicación. Ahora, el fútbol practicado por mujeres tiene una excelente calidad, con figuras que destacan en el terreno de juego. Eso sí, los sueldos no están ni mucho menos a la altura de sus colegas masculinos.
Por fin se ha dado un carpetazo a esos tiempos, no tan lejanos, en los que algunos espectadores acudían a los estadios para verles las piernas a las jugadoras, como manifestaban en público.
El deporte del balompié femenino empezó a practicarse en Inglaterra allá por el año 1880, pero no fue hasta el 23 de marzo de 1895 cuando se celebró el primer partido considerado oficial entre el North y el South en el campo del Crouch End Athletic, en Londres. Un encuentro que la valentía y decisión de las componentes de los dos equipos se impusieron frente a las críticas de la mayoría de los varones que no estaban por la labor , que fueron a comprobar que el fútbol era solo para hombres. Por cierto, el interés despertado reunión a unos 10.000 curiosos, la inmensa mayoría varones.
En España, la primera noticia que se tiene de un encuentro femenino es del 31 de mayo de 1914 y se celebró en Barcelona. De ello dio buena cuenta el Mundo Deportivo, quien titulaba en su crónica "Las niñas futbolísticas". Una crónica que refleja los tópicos de la época y que el periodista describía de la siguiente manera: "Anteayer, en el campo del "Español", jugose el primer partido de fútbol entre representantes del sexo débil, que en dicho día se parangonaron con el fuerte.
Este partido, cuyos beneficios se destinaban a favor de la Federación Femenina contra la Tuberculosis, era, por su naturaleza, esperado con cierta expectación, siendo presenciado por un público regular y por el capitán general de la región, que acudió con su bella hija Carmen. Las jugadoras estuvieron a la altura que les correspondía, notándose en el comienzo del encuentro bastante azoramiento, que fue desapareciendo hacia el final, en el que, el bando "Giralda", que lucía jersey rojo, consiguió apuntarse dos goles por uno que en la primera mitad entró el "Montserrat", que lo ostentaba blanco. Esta primera actuación de la mujer en el viril fútbol, no nos satisfizo, no sólo por su poco aspecto sportivo, sino que también porque a las descendientes de la madre Eva, les obliga a adoptar tan poco adecuadas como inestéticas posiciones, que eliminan la gracia femenil". Unos días después se repitió el partido y la publicación comentó: "El jueves último, en el campo del “Español” y ante escasa concurrencia, celebraron el segundo partido de balompié los equipos femeninos "Giralda" y "Montserrat", empatando a un gol. Por segunda vez las niñas futbolistas no convencieron a las personas amantes de lo bello, en todos sus aspectos”.
Los partidos fueron sucediéndose, más o menos, pero no fue hasta el 1970 cuando empezaron a surgir de manera más organizada los equipos, principalmente en Catalunya.
El próximo 23 de marzo se van a cumplir 124 años desde que se jugara el primer partido oficial. Una fecha que todas/os recordaran después del récord de asistencia a un partido, en Madrid, con triunfo del Barça. Las jugadoras de los dos equipos junto a todas las que a lo largo de la historia no se han rendido han demostrado que la constancia y la reivindicación de la práctica de un deporte que siempre había sido de hombres ha llegado, no sin sacrificios .para quedarse. Alguien dijo que "un sueño no se convierte en realidad por arte de magia, requiere sudor, determinación y trabajo duro".
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