Aunque hace meses que los partidos políticos entraron de lleno en campaña, la noche de este jueves a viernes, empieza oficialmente la campaña electoral que llegará hasta el día 26. Algunos piensan que ya se ha dicho casi todo con el tiempo que llevan, ya veremos si hay muchas cosas más para explicar.
La transformación del inicio de campaña ha cambiado mucho de lo que fue en sus inicios. Antes, los militantes se implicaban tanto en ella que eran los verdaderos protagonistas: pegaban carteles varias veces durante el periodo permitido, ensobraban papeletas, ayudaban en los mítines, hablaban con la gente y muchas cosas más. Todo era colaboración entre las ejecutivas y las bases voluntarias. Desde hace unos años, las cosas han cambiado. La pegada de carteles de las "grandes" formaciones es simbólica, ya no salen los militantes a hacerlo, ahora lo cubren empresas contratadas. Los debates se hacen a través de los medios de comunicación. El puerta a puerta ha dado paso a las redes sociales donde los partidos políticos tienen verdaderos profesionales que las utilizan en beneficio propio. Eso está bien, pero se ha perdido el contacto directo con las personas. La utilización de la tecnología ha desterrado al diálogo con las personas. ¿Es bueno? Creo que no. La ciudadanía quiere tener delante a las personas que van votar, que escuchen sus peticiones, quejas y hasta brocas, que de todo hay en la viña de la convivencia.
En estas tres semanas, que es lo que marca la ley para que los candidatos expliquen sus programas electorales -que no suelen cumplir-, vamos a seguir viendo como, unos más que otros, van a vender productos que en la práctica, si les tocara gobernar, saben que es imposible de aplicar, por eso lo dicen. La venta de imposibles debería estar prohibida, es engañar al votante.
Las encuestas abundan estos días, seguirán en los próximos días. Es el aliciente para calentar el ambiente, aunque ya se sabe que no siempre acierta, es igual. Hay un porcentaje muy alto de indecisos que al final pueden inclinar la balanza en un sentido u otro.
Así que esta primera parte de las votaciones del día 28 con la elección de los parlamentarios puede ser intensa. Luego viene la segunda, la formación de un gobierno, situación difícil dado que ningún partido político va a conseguir la tan añorada mayoría absoluta, como en tiempos pasados, lo que el final puede ser tan complicado como agotador, dado como está el panorama.
Así que la receta en estos días es la paciencia. Solo toca esperar que los ciudadanos se informen, que los partidos políticos expliquen bien sus propuestas. Es deseable que eso sea así. Los deseos, como los sueños, no siempre se consiguen.
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