Los retos de Viladecans en las próximas elecciones municipales
Al margen, de la aparición de nuevos partidos partidos tanto de izquierda como de derecha, lo que realmente importa finalmente al ciudadano es el estado de la ciudad.
A poco más de dos semanas de que empiece la campaña electoral para las elecciones municipales, todos los partidos ya están presentando sus listas para llegar a la alcadía con un equipo lo más sólido posible.
En Viladecans la situación se ha complicado un poco más. No sólo por la aparición de un partido de extrema derecha como Vox -ya en su día Plataforma per Catalunya entró en el pleno municipal-, sino porque los independentistas también se han dividido. Es el caso de ERC, que tras la consolidación de su cabeza de lista, Bárbara Lligadas, se ha desmembrado, provocando el abandono de hasta 12 afiliados del partido. Cuatro de ellos, de hecho, se han incorporado al cabo de poco tiempo a Som Alternativa Viladecans. Y que finalmente se sumará a una lista en coalición con Viladecans Sí Se Puede.
Precisamente, los partidos que en su día surgieron del 15-M alrededor de Podemos, se han ido diversificando hasta el punto de presentarse en listas distintas. El líder de Guanyem Viladecans - CAP, Eduardo Tobaruela, que ya era un escindido del grupo, se presenta bajo el nombre A tu lado vecinos municipalistas; muy alejado de las siglas originales. Podemos presenta lista propia, con José Antonio Martínez a la cabeza; luego está Viladecans En Comú-En Comú Guanyem, con Encarni García, liderando; y ya por último repite Purificación González como cabeza de lista de Viladecans Sí Se Puede - Front Municipalista, con Xavi Martín, ex de ERC y ahora en Som Alternativa de segundo.
Por no hablar que desde 1983, el PSC se encuentra en el poder de este municipio del famoso círculo rojo del Baix Llobregat, no sin polémicas. El caso Inipro, las relaciones con Urbaser y diversas acusaciones sobre el clientelismo que siempre puede ser un riesgo cuando se llevan más de 35 años en el ayuntamiento. El candidato, Carles Ruiz, no lleva tanto, 14 años, claro que lleva 32 como regidor. Entró en 2015 en substitución de Jaume Monfort, quien se pasó 22 años, y podría repetir, acercándose cada vez a la cifra de su predecesor.
Al margen, de los temas de partido, lo que realmente importa finalmente al ciudadano es el estado de la ciudad. Las quejas no son pocas: el estado del barrio de la Alba-rosa, los constantes problemas con la recogida de muebles, la limpieza de las calles, el caos circulatorio mañanas y tardes, los radares, el pla de Llevant y un largo etcétera.
Pero además de estos problemas, existen los retos que siguen arrastrándose desde hace años y que parecen no arrancar y que, quien ostente la alcaldía deberá afrontar: el ya postergado Metro del Delta, la conexión con Barcelona y las entradas y salidas de la ciudad, la gestión del pla de Llevant, el polémico proyecto Roca con la problemática del amianto como tema de fonda, la inversión en Albarosa, el incivismo, la falta de un cine tantas veces prometidos, la oferta cultural.
Sin olvidar el problema que viven todos los municipios del área metropolitana: el acceso a la vivienda, la seguridad y el paro. Pese a que este último ha experimentado un descenso en los últimos años, la marcha de ciertas empresas de la zona, ha dejado en apuros a muchas familias.
La incógnita es si Viladecans seguirán votando socialista. Si así sucede, el partido puede pasar 40 años en el poder, y si Carlos Ruiz no se va, el líder del PSC local ya llevaría 36 en el ayuntamiento.
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