El Casino de Alba-rosa de Viladecans, de centro okupa a centro de botellón
Cerca de 15 años de abandono han convertido un edificio emblamático de la ciudad en un edificio fantasma propicio como punto de encuentro de jóvenes e incívicos.
El Casino del barrio del Alba-rosa de Viladecans es uno de esos lugares que se han convertido en un edificio fantasma, mantiene algo de otro tiempo pero atrae también a ciertos personajes que no hacen más que degradarlo.
El mismo ayuntamiento lo reconoce "hace tiempo que no hay ninguna novedad" sobre la propiedad de esta edificicación que tiene tiene la licencia para actividades administrativas y lucrativas pero que hace 15 años que el promotor que la compró la tiene abandonada.
Hace cerca de unos cinco ya se tuvo que desalojar a varias personas que, aprovechando el abandono del edificio, se instalaron a vivir allí e incluso decían tener un contrato de alquiler, algo que era completamente ilegal y por lo que se abrió un expediente disciplinario al promotor por tratar de hacer del lugar una vivienda sin tener la licencia correspondiente.
¿Y qué ha sucedido hasta 2019? El edificio está abandonado y en manos de la Sareb, también conocido como banco malo. En su día, una empresa de telefonía quiso instalar allí una gran antena, pero la propuesta fue frontalmente rechazada por el pleno del ayuntamiento y desde entonces día tras día el edificio se degrada y no ayuda a la imagen del barrio.
Los vecinos de alrededor se quejan de que las instalaciones del antiguo casino es ahora un centro de concentración de adolescentes y jóvenes que acuden al lugar a hacer botellón, cuando no distintos actos de bandalismo, desde grafittis, hasta el lanzamiento de piedras y otros objetos contra las paredes del edificio y ruido, mucho ruido, entre gritos y músicas que afecta y perjudica al descanso de los vecinos.
El consistorio es consciente de esta problemática, la Policía Local recibe diversas denuncias por todos los meses y asegura que se envían patrullas de vigilancia. Pero están siendo insuficientes. Y No sólo porque lo digan los vecinos, sino que fuentes del ayuntamiento aseguran que desde la dirección de servicios se quiere reforzar, y ha adoptado este compromiso, las patrullas por los alrededores del Casino para tratar de evitar que ese edificio, en su día emblemático se convierta en un centro de problemas.
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