Los retos de Sant Boi ante las elecciones municipales
Nueve candidaturas, seis candidatos repetidores, cinco mujeres alcaldables y diversas infraestructuras pendientes de poner en marcha centran la carrera hacia la alcadía.
Las elecciones municipales en Sant Boi de Llobregat se presentan con pocas caras nuevas. De los nueve candidatos que se postulan a alcalde o alcaldesa, seis de ellos repiten. La intención de la mayoría, menos uno, es clara, arrebatar la alcaldía al PSC, que ostenta el gobierno municipal desde la llegada de la democracia.
Lluïsa Moret es la actual alcaldesa y candidata socialista que quiere repetir en el cargo y seguir la senda de sus predecesores de partido y de las últimas elecciones generales. Jordi Garcia se presenta sin las siglas del PDeCAT y apesta por la de Junts per Sant Boi, como ha hecho el partido en otras localidades catalanas. Quien mantiene las siglas y repite candidatura a la alcaldía son Miquel Salip por parte de ERC, Olga Puertas por Ciudadanos (Cs) y Marina Lozano por el PP.
Entre los nuevos, además de la candidatura de Vox a la derecha, con Juan José García como candidato a alcalde, aparecen tres partidos más procedentes de la izquierda con la desaparición de las siglas de ICV-EUA y Gent de Sant Boi. La llegada de 'comuns' y del partido morado parece que los ha separado o disuelto. Por un lado, Laura Fernández se presenta como alcaldable por Guanyem Sant Boi, mientras Alba Martínez lo hace por Sant Boi en Comú. En cambio, el hasta ahora líder de Gent de Sant Boi, Jorge Romero, se erige como candidato por Podem Sant Boi.
INFRAESTRUCTURAS PENDIENTES
Ninguno de estos partidos confía en obtener la mayoría y se tendrá que pactar, como ha pasado en esta última legislatura y además tendrán que desencallar ciertos temas pendientes, sobre todo, a nivel de infraestructuras.
El prometido Metro del Delta no llega y parece que sin presión no se va a conseguir ningún compromiso. La importancia de esta inversión en transporte público es porque la movilidad y especialmente los accesos al municipio están colapsados. Las mejoras en la C-245 es cada vez más necesaria, hace años que este eje del Llobregat que ayuda a varios municipios a entrar y salir de Barcelona se está postergando y provoca graves retenciones en los accesos a Sant Boi.
Otro eje vertebrador de cualquier municipio es el urbanismo. Los problemas de vivienda son obvios. Sant Boi se encuentra entre los cuatro municipios con menor oferta de pisos de alquiler de toda Catalunya, lo que hace que los precios para entrar a una vivienda en este tipo de régimen se disparen. Además los nuevos planes urbanísticos están puestos en duda por la falta de participación ciudadana y son fundamentales para reordenar el municipio que tiene equipaciones y barrios como Can Gavarrot, la Riera de Can Soler, la zona 21-Can Marinao y sobre todo conectar las zonas de la montaña con el centro urbano.
Sant Boi en eso tiene posibilidades pero aún falta aclarar que hacer con la central eléctrica, la caserna militar o el Ateneu Santboià. Este último recibe apoyo del consistorio, pero sobrevive gracias a la autogestión.
Por último está el problema del alta tasa del paro, que si bien ha caído se encuentra por muy por encima de la media catalana aún este mes de abril con un 11,11% de la población en situación de desempleo. Para ello es necesario potenciar los polígonos industriales y la zona del Parc Agrari del Baix Llobregat. En cuanto al primero, el ayuntamiento ha exigido un pacto de Estado para mejorar las infraestructuras y así hacer más atractiva la zona para atraer a empresas y que los trabajadores tengan más facilidades de acceso. Y sobre el Parc Agrari se requiere un impulso de ayudas a los trabajadores del sector agrícola que parece tan poco atractiva para algunos jóvenes por los salarios y el trabajo, pero que con el apoyo de la Administración puede suponer un gran impulso para la localidad.
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