Estamos en un país de blanco o negro. Un día se sube a un pedestal a alguien y al día siguiente se le baja de golpe con el deseo irrefrenable de pisarle la cabeza si pudieran. No hay grises ni blancos rotos. La testarrona juega un papel muy importante en los sentimientos de las personas. Se está en un estado de contradicción constante, lo que en muchas ocasiones nada es lo que parece, o se dice una cosa y se hace la contraria.
No hace tanto tiempo, parte de la ciudadanía -la independentista- lanzaba flores, besos a los Mossos d’Esquadra y les decían "esta es nuestra policía". Ahora, les insultan, apedrean y hasta les llaman perros desde la televisión pública.
El presidente del Gobierno, en lugar de gobernar para todos, se dedica a hacer de activista y participa en una marcha que corta carreteras.
Torra no solo no da soporte a la policía, sino que pide una investigación y amenaza con depurar responsabilidades por su actuación en las revueltas.
Desde el Gobierno de la Generalitat dicen que garantizarán el derecho de huelga y manifestaciones de los independentistas y se olvida de garantizar los derechos del resto de ciudadanos.
Se habla de diálogo y mano tendida, cuando en realidad lo que se quiere es hablar de la independencia y los políticos presos.
Se pregona una Catalunya cívica y solidaria, cuando la capital catalana está echa un desastre por las actuaciones de los "violentos".
Se dice del pacifismo y de los manifestantes, cuando cada día se siguen produciendo cortes de calles, carretas y se destrozan comercios sin que las autoridades actúen para garantizar que eso no ocurra.
Siempre se había creído –hasta ahora había sido así- que la Cámara de Comercio estaba para promocionar, ayudar el comercio y proteger a todos sus socios. Su presidente y su junta no hacían política. Con la llegada del nuevo equipo que preside Canadell, la política ha entrado de lleno en la institucional que ha perdido credibilidad por su partidismo fuera de lugar.
Los universitarios siempre han sido reivindicativos, faltaría más. Ahora, una parte de ellos no asisten a clase y tampoco dejan que lo hagan los que quieren. Un comportamiento muy democrático y donde la tolerancia brilla por su ausencia. Mientras esos que se manifiestan piden que se suspenda los exámenes. ¿Pedirán después un aprobado patriótico?
El presidente Torra acusa al presidente en funciones Sánchez de su incapacidad de no haber conseguido formar gobierno cuando él está en la misma situación, con los presupuestos prorrogados por no conseguir los votos suficientes, ni siquiera de la CUP.
Así podríamos seguir enumerando todas las contradicciones en las que se está viviendo en una Catalunya moderna e igualitaria, donde se defienden los derechos de "todos" como se está comprobando cada día. Quizás habría que recordarle la frase del escritor afgano Khaled Hossein, que dice que "Cuando mientes, le robas al otro el derecho a la verdad".
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