El Presidente Sánchez viene a Catalunya a ver al President Torra, según la versión sociata, y por si lo entiende mejor la oposición, a hablar con el usurpador Torra cuando no debería hacerlo. Como a Vds. lo que les debe interesar, es que todos nos mojemos para que les dejemos claro el asunto les diré modestamente lo que este periodista piensa. El inquilino de la Moncloa visita Barcelona a escenificar ante el electorado, que será convocado próximamente a urnas, lo muy tolerante que es ante el mal llamado problema catalán y también lo mucho que le interesa que sus conversaciones con Esquerra no descarrilen su tren del diálogo en la estación de Lledoners y para ello monta un paripé por si los votos que saque Torra en las no muy lejanas elecciones autonómicas le son imprescindibles para seguir gobernando toda la legislatura si Esquerra, además, gana las elecciones autonómicas.
Como quiera que al Molt Honorable, de momento, no ha habido Tribunal que le haya quitado la potestad de convocar las elecciones en esta Comunidad Autónoma, constitucionalmente hablando, sigue siendo President, o sea: quien nos representa a todos los catalanes, independentistas o no, y por lo tanto con la autoridad moral y jurídica de decirle al Señor Sánchez en las salas del Palau lo que considere oportuno para que la política presente e inmediata, sea más conveniente para los intereses catalanes, y su interlocutor bien hará en escucharle y sobre todo, dialogar, manteniendo lógicamente, su criterio de Presidente del gobierno español puesto que también habla en nombre de todos los españoles.
Tener claras estas obviedades, ayuda mucho a la hora de ser realista sobre la situación en la que nos encontramos y por un vez, olvidarse de escenificaciones inútiles que nos confundan a todos y, lo que es peor, enmarañen todavía más la convivencia tan dañada en los últimos años. Tras tener Gobierno en el Estado, ahora toca como dice el PNV, aprobar los Presupuestos generales, haciéndolos tragables para unos y otras, y que podamos pagar así las cuentas del día a día, que son cuantiosas, trabajando, todas y todos, sin descanso, para que la sanidad pública, las pensiones, y el dinero público llegue a los agricultores que ya los tenemos en la calle de nuestras ciudades cuando deberían estar cuidando de sus cosechas, e incluso, por decir algo más, medios por si la pandemia del coronavirus nos alcanza de pleno, Dios no lo quiera, por ejemplo en el Mobile World Congress 2020.
Solo la prudencia y la sensatez nos pueden salvar de una mala gestión en este viaje presidencial que según lo tertulianos de turno no sirve para nada y del que supuestamente Puigdemont es el único que va sacar rédito político. Veremos.
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