Un módulo entero de la prisión de Brians 2 se ha confinado por coronavirus
El primer caso positivo de coronavirus entre la población reclusa catalana es una persona interna en Brians 2 que ha sido trasladada a la la Unidad Hospitalaria Penitenciaria de Terrassa (UHPT), según ha informado el Departamento de Justicia. El primer caso lo ha sufrido una funcionaria.
Según informa UGT en un comunicado un interno del MR13 de Brians 2 ha dado positivo por Coronavirus. Desde el sindicato se quejan que llevan semanas informando que el protocolo elaborado por el Departamento de Justicia deja sin protección a la parte más importante del sistema penitenciario catalán, sus trabajadores, ya que, a pesar de contemplar el uso de Equipos de Protección Individualizado para las actuaciones que se debieran realizar, no hay ningún centro los ha recibido pese ha haberlo exigido la dotación urgente de esta herramienta imprescindible.
Todo esto ha ocurrido después de que la Secretaría de Medidas Penales, Reinserción y Atención a la Víctima de la Consejería de Justicia supuestamente había acordado medidas preventivas para afrontar la crisis del coronavirus en las cárceles. Sin embargo, los sindicatos han recibido con frialdad e incluso indignación el plan desarrollado por la Generalitat, que no ha evitado que ya hubiera detectado un positivo en una prisión catalana.
El portavoz de UGT, Xavier Martínez, explicaba a Catalunyapress que el principal problema de las medidas de prevención es que "no vienen acompañadas del material necesario para implementarlas". Martínez detalla que "ni hay el personal penitenciario ni sanitario suficiente para atender la crisis, ni tampoco disponemos de suficiente material de contención individual, como mascarillas o gel desinfectante".
La organización sindical considera que se debería actuar de forma "drástica", como se ha hecho en Italia, para evitar que "se produzca una situación de riesgo en las cárceles catalanas que lleve a más contagios". Martínez, además, considera "indignante" que se acuse a los trabajadores de ser los posibles "agentes contagiadores" hacia los internos.
Tampoco se ha contemplado la flexibilización de la situación de los reclusos con buen historial y conducta (por ejemplo los que tienen tercer grado), que permitiría que se quedaran en casa a través de permisos extraordinarios durante el tiempo que dure la crisis.
Por su parte, Alberto Gómez, representante de Csif, coincide en que hay una falta de actuaciones de cara a los propios funcionarios: "se han tomado medidas de cara a prevenir y aplacar la posibilidad de contagio entre los internos, pero no se tiene en cuenta los funcionarios ni se nos informa".
MEDIDAS INSUFICIENTES SEGÚN LOS SINDICATOS
El Gobierno ha diseñado un plan para afrontar la propagación del virus en las catorce prisiones catalanas. La primera iniciativa consiste en restringir la salida de internos de los centros penitenciarios para llevar a términos actividades fuera de las instalaciones. Asimismo, también se suprimen las actividades que se realizan en el interior de las cárceles y que conllevan el acceso de grupos de fuera de los equipamientos.
También se han aplazado los traslados entre diferentes centros de la Generalidad o hacia centros de otras comunidades autónomas. Al mismo tiempo, se han aplazado los vis a vis íntimos y familiares a partir del sábado 14, y solo se preservarán las comunicaciones en los locutorios a través de cristales. A cambio, los presos podrán hacer un total de 15 llamadas de ocho minutos cada semana, cuando habitualmente sólo disponen de diez.
Lo que no se ha planteado el Departamento, como señala UGT, es facilitar la conciliación familiar de los trabajadores, muchos de ellos con menores a cargo y que no recibirán permisos para trabajar en casa como si se ha hecho en las cárceles gestionadas por la administración central.
PRIMER POSITIVO DE UNA FUNCIONARIA
El primer positivo en coronavirus en una prisión ha sido el de una mujer, funcionaria de vigilancia penitenciaria, quien ha presentado síntomas el pasado viernes.
Además, hay ocho casos sospechosos en las cárceles catalanas, cuatro empleados y cuatro presos: los trabajadores se han quedado en casa y dos internos están aislados en celdas, mientras que los otros dos, que están en régimen abierto, permanecen en sus casas.
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