Prensa Ibérica despide a la mitad de la plantilla de 'El Periódico'

Prensa Ibérica presentará en pocos días un ERTE (expediente de regulación de empleo) en 'El Periódico' que afectará a la mitad de la plantilla del diario. El grupo presidido por Javier Moll, que controla 'El Periódico' y 'Sport' tras adquirir ambas cabeceras en abril de 2019, fue una de las primeras empresas de comunicación que afirmó que recurriría a este instrumento para despedir de forma transitoria a parte de sus trabajadores.

Sin embargo, la magnitud de las cifras ha caído como una bomba sobre los redactores. El comité profesional de 'El Periódico' ha criticado la decisión de la dirección, mosntraod su "profunda estupefacción y rechazo frontal al temerario recorte de personal y de capacidad informativa" que se quiere aplicar en plena pandemia. Actualmente, la cabecera cuenta aproximadamente con 400 trabajadores.

Asimismo, el ERTE que se planteará a la Autoridad Laboral no se acogerá a una causa de fuerza mayor, sino que se realizará por caída en la capacidad productiva. Esto significa que los despidos no se corresponderán con la duración de la crisis, sino que podrían extenderse durante meses.

Desde antes de que Javier Moll se hiciera con la prensa del Grupo Zeta, tanto 'El Periódico' como 'Sport' habían visto severamente menguadas sus redacciones. La política de despidos empezó cuando Javier Asensio aún controlaba el grupo, pero se vio incrementada y continuada con la llegada de Moll, que para redimensionar las plantillas de todas sus cabeceras prosiguió la escabechina de puestos.

Desde la adquisición por parte de Prensa Ibérica, se han producido cerca de un centenar de despidos en las redacciones en seis meses. Aunque por el momento no se plantea cerrar ningún título --como sucedió en 2018 con la histórica 'Interviú'--, el plan del nuevo presidente consiste en seguir recortando plantilla en todas las publicaciones, así como realizar un recambio generacional contratando a personal más joven.

Este ERTE era la gota que faltaba para colmar el vaso. Por el momento, en la redacción no se plantean ninguna iniciativa de presión --como una huelga o la presentación de recursos legales--, pero lo cierto es que el movimiento de la dirección ha sentado fatal entre los trabajadores, máxime cuando se percibe que han aprovechado el peor momento para tomar esta decisión.