El local de Sant Jordi se utiliza para clases de baile, y los jubilados que se joroben
La penúltima de las excusas es que no disponían de local alguno para ubicar el billar, pero con sorpresa, un miembro de la Colla del Mamut ha podido comprobar que el local del Casal San Jordi, lo ha cedido el ayuntamiento para que hagan clases de flamenco a la AAVV de vecinos La Unión, que tiene otro local casi enfrente, pero que deben hacer unas reformas con un coste de cerca de 500.000 euros que paga el ayuntamiento.
Cuando no se quiere resolver un problema es porque no se puede o no se quiere. Esto último puede ser por incompetecia o por mala leche. En este último caso, cuando esta decisión la toma un equipo de gobierno y tienen que ver con algún colectivo de sus ciudadanos, a los que se supone que tienen que cuidar, la cosa resulta realmente indignante.
Hace ya demasiado tiempo que el consistorio de Viladecans formado por el PSC e ICV, le viene mintiendo a un grupo de jubilados por la desaparición “milagrosa” de un billar que les servía de entretenimiento. Este billar estaba ubicado en el Casal Sant Jordi, de la calle Dos de Mayo. Las instalaciones eran propiedad de la Caixa de Catalunya, que cuando esta entidad se fue a tomar aire fresco de la mano de unos cuantos gestores de dudosa profesionalidad, cerraron el Casal, dejaron a los jubilados sin billar y sin ganas de solucionar el tema, que es lo más grave.
En repetidas ocasiones, un grupito de los afectados, con Manuel a la cabeza han reivindicado su derecho a tener ese u otro billar para seguir disfrutando de las partidas que jugaban para pasar el tiempo. Anselmo, el concejal “irresponsable” de estos temas, se le ha metido entre ceja y ceja la manía de no solucionar el tema y muchas son las disculpas para “mantenerla y no enmendarla”. La penúltima de las excusas es que no disponían de local alguno para ubicar el billar, pero con sorpresa, un miembro de la Colla del Mamut ha podido comprobar que el local del Casal San Jordi, lo ha cedido el ayuntamiento para que hagan clases de flamenco a la AAVV de vecinos La Unión, que tiene otro local casi enfrente, pero que deben hacer unas reformas con un coste de cerca de 500.000 euros que paga el ayuntamiento. Es un genio o tiene muy mal “fario” el que ha tomado la decisión. ¿ No es posible conjugar las clases de baile flamenco con unas horas de juego de billar de los jubilados que estaban antes y merecen todo el respeto del mundo?.
Anselmo, alcalde, concejales dejen ya de putear a unos jubilados que merecen todo el respeto, la consideración y además son ciudadanos que pagan sus impuestos como los que van a bailar flamenco. Que convivan juntos en esos locales las dos actividades que la convivencia siempre es buena. Haber cuando les soluciona el problema que es muy fácil. Hay dinero para comprar un billar de segunda mano: se privan unos pocos días de las dietas municipales del ayuntamiento y así se puede disponer del vil metal para pagar la factura del billar. Solo es cuestión de querer hacerlo.
Escribe tu comentario