¿Cómo se celebra el día de Todos los Santos en el Baix Llobregat?
Panellets, castañas y visita a los cementerios forman parte de este día festivo
Hoy en día, la festividad que todos asocian con Halloween, una popular celebración de origen pagano, ha eclipsado en gran medida una tradición muy arraigada en España: el Día de Todos los Santos. Aunque parezcan similares en el sentido de que ambos días honran a quienes ya no están con nosotros, en realidad, son celebraciones muy diferentes con profundas raíces históricas.
Durante innumerables años, en España, el Día de Todos los Santos se ha conmemorado de manera única en cada comunidad autónoma, preservando sus propias tradiciones. Una costumbre común en este día es visitar los cementerios con ramos de flores, y en las iglesias se celebra una misa especial. Por lo tanto, el enfoque principal es el recuerdo de los seres queridos que nos han dejado.
No obstante, con el paso del tiempo, hemos incorporado costumbres importadas de otros países, como Halloween, que a menudo enfatizan el aspecto lúdico y festivo. Esta mezcla de tradiciones puede parecer un tanto inusual, ya que mientras es lógico pasar tiempo en familia después de rendir homenaje a nuestros difuntos, disfrazarse de muerto viviente, fantasma u otros personajes aterradores no encaja del todo en la tradición española.
Sin lugar a dudas, la protagonista indiscutible del Día de Todos los Santos es la castaña, y en Catalunya no es la excepción. De hecho, a esta festividad se le conoce como la "Castanyada" debido a la relevancia que tiene este fruto en la celebración. Además de las castañas, se disfrutan de deliciosos dulces tradicionales como los "panellets de piñones", que son una auténtica exquisitez, y frutas confitadas.
Las pastelerías catalanas aprovechan esta ocasión para ofrecer una amplia variedad de dulces elaborados a base de mazapán. Asimismo, es común acompañar este día con un vino dulce de moscatel, añadiendo un toque especial a la celebración.
Es importante recordar que Halloween se celebra en la noche del 31 de octubre, mientras que el Día de Todos los Santos en España siempre es el 1 de noviembre. Esto proporciona tiempo suficiente para disfrutar de ambas festividades, cada una con su propio propósito y significado.
Por lo tanto, en lugar de perder de vista nuestras propias tradiciones, consideremos las variadas costumbres que existen en diferentes ciudades y comunidades autónomas de nuestro país. Cada una de ellas enriquece nuestra cultura y diversidad.
Una fiesta con un origen celta
Esta fecha está marcada en el calendario como una de las festividades importantes para la Iglesia católica, pero la verdad es que sus orígenes están arraigados en la cultura celta en lugar de la cristiana, la cual la adoptó más adelante.
Los celtas dividían el año en dos partes: la de la luz, que abarcaba los meses de primavera y verano, y la de la oscuridad, que incluía la época de otoño e invierno. En medio de estos dos períodos, había unos días de "transición" que se utilizaban para celebrar el Samhain, un término gaélico que designaba la festividad destinada a dar la bienvenida a la temporada de oscuridad que se avecinaba. Se creía que en este momento los difuntos podían entrar en contacto con los vivos.
No fue hasta el siglo VII que el cristianismo adoptó esta festividad, gracias a la influencia del papa Bonifacio IV. En lugar de destruir el Panteón romano, un templo pagano dedicado a múltiples dioses, el papa lo consagró en honor a la Virgen y a todos los mártires. Siglos más tarde, esta decisión se extendería a todos los santos.
El papa Gregorio IV fue el responsable de este cambio, fijando el 1 de noviembre como el día en que se honraba a los difuntos, siguiendo la tradición celta que también celebraba esta festividad en estas fechas.
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