VÍDEO: Así pasan las cabras en Begues
Es una práctica agrícola ancestral que sigue siendo relevante en la actualidad por sus numerosos beneficios
En los tranquilos paisajes del Macizo del Garraf en Begues, en la comarca del Baix Llobregat, el sector primario sigue dejando su huella. Recientemente, se ha observado un aumento notable en la presencia de cabras pastoreando en las colinas cercanas al municipio. Este fenómeno no solo resalta la conexión de la comunidad con sus raíces agrícolas, sino que también subraya la importancia continua de la actividad ganadera en una región conocida principalmente por su desarrollo urbano y residencial.
Las cabras, bajo el cuidado de ganaderos locales, han sido vistas alimentándose de la vegetación natural de la zona, ayudando así a mantener los pastos y contribuyendo al equilibrio ecológico local. Esta práctica no solo es una tradición arraigada en la historia agrícola de Begues, sino que también refleja un compromiso con la sostenibilidad y el uso responsable de los recursos naturales.
A pesar de los desafíos modernos y la evolución del paisaje económico, la presencia de las cabras pastoreando en Begues es un recordatorio tangible de que el sector primario aún juega un papel vital en la identidad y la economía de la región del Baix Llobregat.
La pastura de cabras es una práctica agrícola ancestral que sigue siendo relevante en la actualidad por sus numerosos beneficios tanto para los animales como para el medio ambiente. Permitir que las cabras se alimenten de pasto y vegetación natural no solo les proporciona una dieta equilibrada y rica en nutrientes, sino que también contribuye significativamente a mejorar la salud del suelo. A través de su actividad de pastura, que incluye el pisoteo y la digestión de la vegetación, las cabras ayudan a airear el suelo y a promover la descomposición de la materia orgánica, enriqueciéndolo con nutrientes esenciales para el crecimiento de nuevas plantas.
Además de ser beneficiosas para la nutrición y el suelo, las cabras desempeñan un papel crucial en el control natural de malezas y plantas no deseadas. Su dieta selectiva incluye una variedad de malezas que pueden proliferar en áreas no mantenidas, lo que reduce la necesidad de métodos químicos o mecánicos para el control de la vegetación. Esta capacidad de las cabras para mantener áreas naturales y gestionar la vegetación de manera sostenible promueve la biodiversidad local y apoya prácticas agrícolas más amigables con el medio ambiente.
Además de estos beneficios ambientales, la pastura de cabras también tiene un impacto positivo en el bienestar animal. Al permitir que las cabras expresen comportamientos naturales como pastar y explorar su entorno, se mejora su bienestar general y se reduce el estrés. Esta práctica no solo apoya la producción sostenible de alimentos, como la leche y los productos lácteos de cabra, sino que también fortalece la conexión entre la comunidad local y los recursos agrícolas, promoviendo un modelo agrícola más consciente y responsable.
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