ERC fue responsable de colgar un muñeco de Oriol Junqueras en Sant Vicenç dels Horts

Malos tiempos para Esquerra Republicana de Catalunya (ERC),  desde que se hizo pública la noticia de los carteles a la familia Maragall durante la última campaña electoral. Ahora ha salido a la luz que el incidente del muñeco de Oriol Junqueras colgado en 2019 en Sant Vicenç dels Horts, fue llevada a cabo presuntamente por personas del propio partido. 

El muñeco, que llevaba las siglas 'ERC' pintadas en su torso y un mensaje en castellano en el que se podía leer "Junqueras pudrete en la cárcel", fue duramente criticado por Junqueras desde la cárcel. Aunque los responsables ya no están en el partido, el incidente refleja el modus operandi de ERC.

Gabriel Rufián, líder de ERC en Madrid, destacó el incidente en redes sociales, condenando la acción y recordando cómo afectó a la familia de Junqueras. "Así se ha despertado una de las calles del pueblo de Oriol Junqueras. Calles por las que pasan cada día sus hijos cuando van a la escuela", escribió Rufián, subrayando la gravedad del acto en un contexto local.

Aunque lo cierto era que está acción de "falsa bandera roja" refleja un uso falto de ética de la comunicación dentro del partido republicano. Una operación de bandera falsa es una operación encubierta llevada a cabo por gobiernos, corporaciones y partidos, diseñada para aparecer como si fueran llevadas a cabo por otras entidades y aumentar el victimismo y la empatía externa hacía los afectados.

¿HA USADO ERC A SUS JUVENTUDES PARA LLEVAR A CABO ESTE TIPO DE ACCIONES?

En una entrevista reciente un joven involucrado en estos actos de comunicación no oficial, reveló que, recibió un pago inicial de 1.000 euros destinado al militante de Anoia autor de la campaña contra la familia Maragall, que solo recibió 300 euros. Afirmó que a lo largo del tiempo recibió más dinero y un nuevo teléfono móvil.

 Confirmó también la misma persona públicamente que los pagos se realizaron a través de la empresa Relevance, responsable del marketing y campañas de ERC, utilizando informes falsos. Según datos de mediados de 2022 a 2023, "los niños de la B", nombre que recibían los jóvenes encargados de pegar carteles, habrían recibido 15.000 euros de un total de 70.000 facturados.

Tolo Moya, señalado en el escándalo de los carteles contra Maragall, ha negado su implicación en el caso. Argumenta que su relación con ERC comenzó en junio de 2021, y acusa al partido republicano de usarlo como chivo expiatorio para proteger a otros que llevaban tiempo con prácticas cuestionables. 

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