Los jueces tienen derecho a decirse en sus foros privados lo que les parezca conveniente. Lo que no es de recibo es que "esa deseada privacidad" ahora sea un cuento que solo beneficia a los que más cosas tienen que callar.
Para que la investidura de Turull sea posible, es necesario que los huidos renuncien a sus actas.
La semana se presenta movida, como la anterior y como hace ya tantas y tantas semanas. Estos es como un dragón Kant que cuando piensas que no puede haber más sorpresas, siempre aparecen nuevas a cuál de ellas peor.
Los manifestantes están actuando de manera incontrolada insultando no solo a los policías y guardias civiles sino también increpándoles con frases que invitan al enfrentamiento y no al dialogo, la convivencia y la tolerancia.
La división, los carteles de buenos y malos catalanes, o patriotas como les gusta decir, no debería enorgullecerlo, máximo cuando se han cargado el Estatut y la Constitución.