Hay un refrán español que dice "quien con niños se acuesta, mojado se levanta". Esto se podría aplicar a la irresponsabilidad del Govern de Puigdemont & Junqueras y sus respectivos partidos a la hora de ponerse en manos de la CUP y, sobre todo, en manos de dos "hooligans políticos" enfermos de protagonismo como son los dos Jordi, Cuixart y Sànchez, que se han apoderado de la calle con manifestaciones y actitudes que no son precisamente pacíficas y alegres.
Los manifestantes están actuando de manera incontrolada insultando no solo a los policías y guardias civiles sino también increpándoles con frases que invitan al enfrentamiento y no al dialogo, la convivencia y la tolerancia.
Nadie debe tomarse la justicia por su mano, sino acudir a la misma cuando alguien considera que sus derechos han sido vulnerados. Estamos en un estado de derecho que se está vulnerando. No aceptarlo puede acarrear consecuencias irremediables.
Los medios de comunicación también están siendo objeto de insultos, amenazas, empujones y han escuchado frases como "prensa española manipuladora".
Las calles son de la CUP, Cuixart y Sànchez. A la Generalitat la situación se le ha ido de las manos y ha aprovechado la convocatoria de la CGT, sindicato de la CUP, para llevar a cabo una huelga general, donde las personas que no la secundan son obligadas a quedarse en casa al cortar vías de comunicación y dejarlos sin transporte público. ¿Dónde están los derechos de esas personas? Los derechos son los que imponen su voluntad, ideología e intransigencia.
La Generalitat ha caído en su propia estrategia y recuperar otra vez el control de la situación a estas alturas parece bastante improbable dado el cariz que está tomando la situación, con barricadas, cortes de calles, fuegos provocados y una multitud de gente arengada.
¿Dónde está el seny? ¿Y el diálogo que pide Puigdemont con la boca pequeña? "Ojo por ojo y todo el mundo acabará ciego", decía un pacifista universal como Mahatma Gandhi , que no solo lo decía, sino que lo practicaba.
Escribe tu comentario