Ahora lo que toca es diálogo, responsabilidad y generosidad.
Esta debería ser la legislatura en que nuestros senadores y diputados -pero sobre todo, Gobierno y oposición- pusieran los puntos sobre las íes para que todo el mundo tenga claro lo que puede o no puede saltarse de unas leyes más justas y consensuadas.
¿Cómo están ustedes? Sería la pregunta que debería haber hecho la nueva presidenta del Congreso.