Estamos en Semana Santa, algunas personas se encuentran ya de vacaciones, otros se van a quedar en sus casas, por razones diferentes. Para algunos políticos, esta puede ser una semana de dolor, y hay unos cuantos, quizás demasiados.
Xavier Domènech el diputado de En Común Podemos y aspirante a unificar las siglas políticas de todos los partidos que conforman la agrupación política, cargándose de un plumazo a Podem Catalunya, tiene encima de su cabeza la corona de espinas que él solito se ha puesto. La foto del domingo en el Parlament, con los independentistas no ha gustado a una amplísima mayoría de los "inscritos" de Podemos. Lo mismo que su posicionamiento y tonteo con los separatistas. ¿Domènech sabe de verdad quiénes son sus votantes? ¿Quieren desbancar a la CUP o a ERC? Sería bueno que aclare sus ideas para que nadie se lleve a engaños. Las medias tintas y los coqueteos, ideológicos nunca dieron resultados, salvo al que lo práctica.
Este miércoles, pleno urgente en el Parlament a propuesta de JuntsxCatalunya, ERC y la CUP para insistir otra vez, en la reivindicación de la figura de Puigdemont y defender "su derecho" a ser investido president. Es decir, más de lo mismo. Es esta postura de trasversalidad que quiere el bloque independentista. ¿Que va a hacer el diputado Domènech y su grupo? Lo que parece más que probable es que se abstenga para seguir alimentado su ambigüedad. ¿Se ha planteado que ante situaciones como estas deben consultar a las bases para saber lo que opinan? No lo ha hecho. Él y los popes de su partido que tan partidarios son de las consultas, a la hora de la verdad practican lo contrario de lo que predican. Es la ley de los "controladores" de los partidos que se llaman populistas.
La otra espina que le pincha la cabeza a Domènech, es precisamente su candidatura para liderar/mandar más todavía sobre el "gran" partido que va a salir de todo este tinglado, y que él va a controlar, nominado por el dedo de Madrid, es decir de su amiguete Pablo Iglesias. Esto va de eso, de "amiguetes". El bolivariano Iglesias y su trupe se han pasado por la entrepierna sus propios estatutos, como ha denunciado alguna otra candidatura y la comisión de garantías de Podemos Catalunya -situación que puede terminar en los tribunales-. Es que como dice un amigo mío que se ha vuelto pasota, los estatutos, las leyes están para saltárselas según a uno le convenga.
Así que Domènech, que Dios te coja confesado, aunque no creas en él. El Podemos de Pablo Iglesias seguirá hundiéndose más cada día. Esto ocurre cuando se aplica la filosofía de los curas que dice "haz lo que yo digo pero no lo que yo hago". Así que váyanse encomendando a San Judas Tadeo, el santo de los imposibles a ver si les echa una manita y vuelven a sus esencias, que no son precisamente las Maderas de Oriente que suenan a rancias.
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