​LOS PRIVILEGIADOS QUE APARCAN POR LA CARA EN ATRIUM

En muchas ocasiones algunos vecinos, la mayoría, los que disponen de coche propio, se las ven y se las desean para poder aparcar, en determinadas zonas de la ciudad, a no ser que lo dejes en la zona azu, previo pago, pero no siempre hay espacio. Para poder encontrar un lugar donde dejar el vehículo hay que dar varias vueltas a la manzana.

Todo esto forma parte de la normalidad de poseer un coche, si no tienen la intención de utilizar la bicicleta propia. La orografía de la ciudad no invita mucho a hacerlo, pero siempre hay un valiente, caso del regidor Mazón o el regidor Calle que sí lo hacen, ¿cuántas veces? Habrá que preguntarles.

Cuando hablábamos de que la mayoría dispone de un vehículo de cuatro ruedas y que pasa las de San Quintín para poder aparcar, siempre hay las excepciones que confirman la regla, y añadimos, unas cuantas excepciones que suelen darse en un colectivo denominado “privilegiado”, que los hay.

La Colla de Mamut, después de hacer un seguimiento durante un tiempo, ha descubierto que unos cuantos ”elegidos”, o mejor dicho aprovechados, con etiqueta de cara dura, no tienen esos problemas, y aparcan sus coches dentro del recinto del complejo Atrium, donde hay reservados unos cuantos aparcamientos para el uso de invitados a determinados actos, o a las autoridades. 

Los privilegiados, no solo aparcan durante la semana sino que para no perder la costumbre también lo hacen en fin de semana. ¿Quién lo autoriza?, los que tienen que decir alguna cosa y miran para otro lado que es la mejor manera de hacer que no se enteran de la película que se parecen a las que hacía en su día Paco Martínez Soria.

Esas son las cosas que no debe hacer ningún gobierno, sobre todo, si se dice de izquierdas. La igualdad de todos los ciudadanos, la transparencia y el no hacer uso de unos privilegios que ellos mismos se otorgan como si fueran su finca particular no ayuda mucho a borrar la frase tan utilizada de que “todos los políticos son iguales”.

Ahora,conociendo quienes están en el retiro dorado del Atrium y sus afluentes con buenos sueldos no es de extrañar lo que sucede. ¿O sí?