​Gortázar impone a su equipo en CaixaBank

El equipo gestor de CaixaBank compareció en Londres para explicar el Plan estratégico de los próximos años. La prensa económica deseaba conocer cuáles eran las intenciones de la Entidad para una etapa en la que los Bancos españoles habían expresado su apuesta por un BCE, que ahora sí se dispone a subir los tipos de interés en el ya muy cercano post-verano del 2019, porque según dicen los expertos la inflación ha tomado un camino dirigido hacia la normalización.

En esta ocasión se ha notado y mucho que Gonzalo Gortázar ha comenzado a imponer su criterio tanto en los cambios habidos en la cúpula directiva como en las previsiones que se nos enseñaron a los periodistas. Llamó mucho la atención de los medios la muy calculada reducción de las oficinas que Gortázar estimó en torno al 18 %. Una línea roja en la que se ha trabajado muy duro en lo últimos ejercicios, ya que en los mismos se cerraron unas 900 oficinas, dejando la cifra de operatividad en torno a las 4.461 sucursales. Con las nuevas previsiones se cerrarán otras 820 oficinas sin que los despidos o jubilaciones anticipadas alcancen ese porcentaje anunciado, según subrayaron específicamente los comparecientes. Veremos si los sindicatos se miran el plan con la misma perspectiva, porque la decisión es clave para el mejor desarrollo de este Plan.

Los cambios que se han introducido en el Comité de Dirección no son de menor calado. Por resumírselos señalaremos algunos: María Retamosa sustituye en Auditoria interna al directivo que Antoni Brufau dejó en el cargo. Una salida que roza la coincidencia con el escándalo del polígono Cobo Calleja, un asunto delicado donde los haya en el que se vieron involucradas diez sucursales de CaixaBank. La llegada de la Directora Retamosa es la escenificación del feliz encaje de una persona de la línea Gortázar.

También llega a este Comité Iñaki Badiola para hacerse con el timón de la Banca Corporativa Internacional. Sale Tomás Muniesa (Grupo Asegurador) y sus responsabilidades las ejerce a partir de ahora Javier Valle, Director General de Vida Caixa. El sector Seguros se convierte en estratégico de la mano de un gestor sacado por el propio Gortázar de la competencia, o sea: del Banco Sabadell.

A María Victoria Matía (sistemas de pago electrónico) la sustituye otro nombre propio, Iñaki Badiola, mientras Juan Gandarias se va de la Territorial de Madrid y se sienta en el despacho de la Dirección Ejecutiva de finanzas personales (Consumer Finance). Finalmente, la seguridad informática pasa a ser gestionada por Alberto Rosa, procedente de Accenture, marcando un nuevo rumbo en la Seguridad interna.

Como se puede comprobar, los sabuesos de la prensa hemos detectado casi al unísono que después de su llegada hace cuatro años a CaixaBank, el CEO de la entidad ha dado un par de pasos hacia adelante colocando a “los suyos” en lugares muy destacados del Comité de Dirección.

Por supuesto, el Plan estratégico habla y mucho de la rentabilidad que se dispararía en tres años hasta el 12%. La venta de activos dañados a LONESTAR descargaría la muy pesada mochila inmobiliaria y dejaría a Caixabank con tan solo un 20% de SERVIHABITAT, un alivio financiero sin duda para la gestión diaria. 

En ese sentido, el Presidente de Caixabank Jordi Gual aclaró en la rueda de prensa londinense que "la gestión prudente de los riesgos ha generado una filosofía en la entidad que ha sido la guía a seguir durante los últimos años".

El controvertido ratio va a pasar del 12 al 13%, lo cual para Gortázar lespermite mantener los niveles de solvencia de la Entidad. El objetivo para el beneficio neto superaría los 2.700 millones en el 2021 y por ello el payout (porcentaje que se destina a dividendo) andaría por el 50% y la morosidad se estancaría en el 3%.

En líneas generales, un plan estratégico ambicioso al que solo le falta el acuerdo final con los sindicatos y que el panorama político actual no haga naufragar los esfuerzos de los gestores de CaixaBank. El Brexit ya es otra cosa.