Las encuestas son hijas del momento en el que se realizan. Quiero esto decir, que las que Vds. están leyendo estos días tienen un trabajo de campo anterior a la convocatoria electoral de la presidencia socialista, lo cual nos lleva a presuponer, lisa y llanamente, que una parte del electorado ha sido pillado por sorpresa y no ha reaccionado todavía a los acontecimientos políticos que le tienen atrapado en un asfixiante bucle.
Es de esperar que la mucha gente que se arremolina en torno a la izquierda social, que, como todos sabemos, permanece ausente de las urnas en los últimos tiempos, por la falta de liderazgo y ejemplaridad de sus políticos, comience a moverse ahora, sobre todo, si sospecha que la España de siempre ha vuelto, y que éste poderoso monstruo económico y financiero de tres cabezas les pretende volver al pasado, justificándolo en que la estupidez e intransigencia de un independentismo cavernícola nos va a destruir como país.
Por eso, sabiendo donde uno lee y lo que defiende y representa ese medio de comunicación, Vd. lector/a comience, a mirarse esas encuestas, pero solo a partir de este fin de semana, ya que en ellas comenzará a intuir movimientos, aunque sean leves, de las partes en litigio electoral, especialmente de la familia izquierdosa. Si éstos no se produjeran, apuesten, sin dudarlo, por una victoria de los trifálicos, quienes, ante la desidia de los antiguos rojos, van a ganar de calle, y a dejarnos a los catalanes, incluidos los que no somos independentistas, en el rincón de los torpes durante unas cuantas décadas. Vamos, como cuando acabó la Guerra Civil y dejaron a las mujeres sospechosas de rojerío familiar y les cortaban el pelo al cero y además de escarnio público les aplicaban una generosa dosis de aceite de ricino.
Hoy, sin embargo, y esa es una excepción, el Parlamento Europeo nos ha ofrecido unos datos estadísticos, que sí son bastante fiables e interesantes para España en su conjunto, vaticinando resultados electorales para las europeas. Si se cumplen esos datos, los socialistas serían el mayor grupo socialista de Europa, los populares no perderían más que un escaño, y Ciudadanos, que camina electoralmente con los liberales, formarían parte, de una tacada, de la futura tercera fuerza europarlamentaria, un dato muy serio en esta nueva legislatura, ya que socialistas, populares y liberales han de votar juntos si quieren mantener mayoría absoluta en Bruselas y Estrasburgo frente a la extrema derecha y otros grupos eurófobos. Así que, como venimos escribiendo hace ya un tiempo, ¡cuidadín riberistas y paniaguados! con los abrazos apasionados y electoralistas con las parejas de VOX, que en Europa no os quitan ojo.
Una reflexión final: Sean felices y no se traumaticen con las encuestas. Mienten lo mismo, salvo muy honrosas excepciones, que los tertulianos a sueldo de quien los/las paga para engañar a incautos.
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